Un poco de historia

Pollender en 1849, fue el primero en revelar la presencia de cuerpos en forma de bastón en la sangre de animales que padecían una enfermedad conocida desde la antigüedad como: fiebre esplénica, pústula maligna, enfermedad de los escaldadores de la lana, carbunco o ánthrax, sugiriendo una conexión causal con la enfermedad.

Devaine en 1863, demostró que la presencia de las formas bacilares encontradas en la sangre de animales con ánthrax era una condición esencial para producir la muerte en animales inoculados. Afirmó que se trataba de bacterias y propuso el nombre de Bacillus anthracis para designarlas. Pero las ideas de Devaine no fueron universalmente aceptadas ni sus experimentos concluyentes.

La polémica sobre la causalidad se extendió hasta 1876 cuando Roberto Koch, publicó su trabajo sobre "La etiología del Anthrax basada en la historia de vida del Bacillus anthracis". Koch realizó cuidadosas observaciones sobre la morfología y división del bacilo en la sangre y en tejidos de animales, y desarrolló las técnicas para la obtención de cultivos puros que le permitieron demostrar la producción de esporas a partir del bacilo y de bacilos a partir de esporas, confirmando en forma magistral los trabajos de Ferdinand Cohn. Finalmente, logró reproducir los síntomas de la enfermedad mediante la inoculación de animales sanos con cultivos puros de B. anthracis, estableciendo una correlación inequívoca entre el agente infeccioso y la enfermedad. Nació la Bacteriología y rápidamente se transformó en una ciencia experimental. En 1881 Koch publicó los "Métodos para el estudio de organismos patógenos" y un año más tarde, el trabajo seminal sobre la etiología de la tuberculosis.

En los veinte años siguientes, los bacteriólogos lograron establecer la etiología de las principales enfermedades producidas por bacterias. En 1881, Louis Pasteur desarrolló la primera vacuna empleando cultivos vivos de B. anthracis atenuados por calor (42º-43ºC). La efectividad de la vacuna en vacas, ovejas y carneros fue demostrada en público en el campo de Pouilly-le-Fort, dejando firmemente establecidos los principios de la inmunización.

En Venezuela, se reconoce a Rafael Rangel como el primero en realizar estudios experimentales sobre el ántrax. En 1906 diagnosticó con magistral precisión que el mal conocido como atarrillamiento o tabardillo, que afectaba al ganado vacuno, o el vejigazo, ampolla del ganado o vejiga de vaca que producía lesiones severas entre los criadores, y el grito de las cabras eran todas producidas por el B. anthracis. Rangel, junto a Minguet Letteron trabajó en la atenuación del bacilo con miras a la elaboración de una vacuna.