En el siglo XIX se produce la verdadera revolución biológica, desarrollándose el concepto de evolución (Lamarck, 1801; Darwin, 1859), proponiéndose la teoría celular (Schleiden y Schwann, 1839) y formulándose las leyes de la herencia (Mendel, 1856), así como el concepto de la alternancia de generaciones (Steenstrup, 1843). Laveran en 1880 descubrió el Hemosporidio (Plasmodium) productor del paludismo y Ronald Ross, en 1897, halló que ciertos mosquitos (Anopheles) actuaban de vectores del Plasmodium, causante de la enfermedad del paludismo, lo que incrementó el interés por la entomología médica como una rama de la Medicina Humana y Veterinaria. Durante la primera mitad del siglo XIX, debido a los conflictos bélicos que asolaron el sudeste asiático y al establecimiento de colonias británicas en esta región geográfica, se empleó gran cantidad de dinero en el estudio de los parásitos tropicales, naciendo así la Parasitología como una ciencia aplicada de la Medicina, Veterinaria, Agricultura y Salud Pública. En
los países desarrollados social, médica y económicamente,
las enfermedades parasitarias han sido erradicadas o tienen muy poca significación
en el presente. La persistencia de la parasitosis está estrechamente
vinculada a diferenciales climáticas, fenómenos demográficos
y al desarrollo socioeconómico de las diferentes zonas del planeta.
|