Introducción
Los estudios realizados en la Universidad Nacional Experimental Francisco
de Miranda (UNEFM) durante más de dos décadas, han permitido
sustentar una hipótesis para explicar la alta frecuencia de casos
en la zona semi-árida endémica para la cromomicosis en
el Estado Falcón. Se revisan esas contribuciones y se propone
una estrategia racional para reducir el número de casos activos
y contribuir a evitar la evolución hacia la invalidez parcial
de los criadores de caprinos expuestos por sus actividades laborales
al riesgo de infección.
La cromomicosis
Se trata de una enfermedad cosmopolita, señalada en Brasil por
el joven médico alemán Max Rudolph en l914 (Castro y Castro,
1987). La mayoría de los casos han sido reportados en países
tropicales; la enfermedad es poco conocida y considerada como una micosis
rara fuera de las zonas endémicas. Esta micosis profunda crónica
se inicia por la inoculación del hongo en la piel, en la mayoría
de los casos con la vegetación o trozos de madera. La lesión
en brazo o pierna es casi siempre única evolucionando lentamente
durante varios años pudiendo llegar a impedir seriamente el uso
del miembro afectado. Esta invalidez parcial reduce la capacidad de
trabajo y en gran medida la calidad de vida de los afectados, en su
mayoría campesinos de escasos recursos. Es importante señalar
que no se ha reportado caso de cura espontánea en esta infección
de la piel por lo cual el control de la endemia reside en la detección
de los casos incipientes y el tratamiento adecuado. El diagnóstico
de la enfermedad no presenta dificultades ya que la forma parasitaria,
la cual difiere de la que se observa “in vitro”,
puede ser reconocida con sólo observarla al microscopio de luz.
Las células esféricas color marrón, llamadas células
escleróticas, presentan paredes engrosadas y un septo transversal
característico, siendo idénticas para las diferentes especies
causales. Están presentes en cantidades suficientes en las escamas-costras
que se desprenden fácilmente del borde de la lesión (
Borelli, 1958; Grigoriu et al, 1984; Da Silva Lacaz et al, 1984; Arenas,
1993; Torres-Rodriguez et al, 1993,; Casas Rincón, 1994).
El
área endémica en Venezuela
El primer caso en Venezuela fue diagnosticado por el joven médico
J. A. O´Daly mediante un estudio histológico en una pierna
amputada en un paciente proveniente del Estado Yaracuy (O´Daly
1938). Este investigador presentó, en la Primera Jornada Venezolana
de Venereología en Caracas, varios casos por Fonsecaea pedrosoi
el agente causal descrito en pacientes en el Brasil, y señaló
un caso proveniente de la Vela de Coro afectado por una nueva especie.
También reportó una planta espinosa Opuntia caribaea
( Guazábara) como posible transmisora del hongo (O´Daly,1943).
La misma especie causal fue reportada posteriormente en varios casos
en el Estado Lara durante la década siguiente por el Dr. H. Campins
y descrita como Cladosporium carrionii (Trejos) siendo reclasificada
en el género Cladophialophora (Campins y Scharyj,
1954; De Hoog et al, 1995). Este género fue propuesto por D.
Borelli (Borelli 1980) . Para la década de los ochenta se reportaban
306 casos a nivel nacional, la mayoría ( 97%) en la zona noroccidental
del país : 124 Estado Zulia (Vargas Montiel, 1982); 64 Estado
Falcón ( Yegres et al, 1985); 108 en el Estado Lara (Barroeta
et al., 1986). La publicación del Boletín Informativo
“ Las micosis en Venezuela” iniciativa del Instituto de
Biomedicina - entonces Instituto Nacional de Dermatología –
permitió conocer la casuística nacional a partir de l984.
La revisión de dichos boletines da un acumulado de 889 casos
para 2003. Se considera que puede haber cierto subregistro ya que no
todos los laboratorios reportan en dicho boletín (Tabla I). Más
de la mitad de los casos son estudiados en nuestra Institución
: 484 (54%) más del doble si se compara con el Estado Lara 178
(20%) o el Estado Zulia 181 (20%), quedando solamente un 6% fuera de
la zona endémica. Es importante subrayar que el Estado Falcón
es el menos poblado de las tres entidades territoriales afectadas. Se
comprobó que en la Península de Paraguaná con condiciones
climáticas similares, sólo se habían producido
unos pocos casos en las últimas tres décadas, quedando
por lo tanto excluida de la zona endémica (Gutiérrez et
al, 1989; Richard-Yegres et a,. 1992 ) ( Figura 1).
1997
Bol.
Ref. |
No
- o |
Caracas |
Falcón |
Lara |
Zulia |
Otros |
Total |
1
|
1985 |
2 |
23 |
- |
5
|
3
|
33 |
4
|
1986 |
2 |
24 |
- |
2 |
- |
28 |
7
|
1987
|
1 |
26 |
12 |
1 |
5 |
45 |
10
|
1988
|
- |
32 |
- |
4 |
- |
36 |
12/13
|
1989 |
- |
29 |
- |
2 |
2 |
33 |
16
|
1990 |
1 |
23 |
3 |
3 |
- |
33 |
19
|
1991
|
- |
61 |
- |
3 |
- |
64 |
22
|
1992
|
- |
14 |
6 |
5 |
6 |
31 |
25
|
1993
|
- |
25 |
- |
9 |
- |
34 |
26
|
1994
|
- |
27 |
- |
7 |
- |
34 |
27
|
1995
|
- |
20 |
- |
- |
- |
20 |
28
|
1996 |
- |
11 |
- |
3 |
1 |
15 |
29
|
|
- |
14 |
9 |
1 |
- |
24 |
31/32 |
1998
|
- |
27 |
- |
1 |
- |
28 |
33
|
1999
|
1 |
25 |
2 |
1 |
- |
29 |
34
|
2000 |
1 |
5 |
19 |
1 |
- |
26 |
35
|
2001
|
2 |
13 |
7 |
3 |
3 |
28 |
36
37 & 38
|
2002
en prensa |
1
2 |
2
19 |
9
3 |
4
2 |
2
1 |
18
27 |
Total |
13 |
420 |
70 |
57 |
23 |
583 |
>=
1983 |
10 |
64* |
108** |
124*** |
- |
306 |
Total |
23
(3%) |
484
(54%) |
178
(20%) |
181
(20%) |
23
(3%) |
889 |
Tabla
I. Cromomicosis
Casuística en Venezuela 1984-2003
Referencias : Boletines “
Las Micosis en Venezuela” Organo Divulgativo de los Grupos
de Trabajo. Instituto de Biomedicina Caracas ; * Yegres et al,
1985 ; ** Barroeta, 1986; Vargas Montiel, 1982
|
La
población afectada
Las lesiones se presentaron más frecuentemente en miembros superiores
y en los adultos criadores de caprinos o agricultores, un tercio de
los cuales eran del sexo femenino; en su gran mayoría recordaron
traumatismos repetidos con cactáceas. Se reportaron los primeros
casos en menores de edad, muchos de ellos familiares de pacientes ya
conocidos. Cl. carrionii fue el agente responsable de los casos
provenientes de la zona semi-árida de Falcón, así
como muchos de los señalados en los estados limítrofes
Lara y Zulia. F. pedrosoi fue el agente responsable de unos
pocos casos en Falcón y aproximadamente de una tercera parte
de los que se reportaban en los otros dos estados. Excepcionalmente
se señaló un caso por otro agente Rhinocladiella aquaspersa
( Pérez-Blanco, et al. 1998).
Las
reserváreas
El concepto de “reservárea” fue propuesto (Borelli,
1979) para referirse a los lugares donde se adquiere la infección.
El área endémica, lugares donde se reportan los casos,
incluye por lo tanto dos reserváreas en Venezuela. Los pacientes
infectados por F. pedrosoi habitaban zonas húmedas descritas
como “Bosque decíduo montano” siendo mucha más
extensa que la de Cl. carrionii y se caracteriza por un clima
fresco - temperatura anual promedio menor de 24oC precipitación
anual por encima de los 800mms y una altitud superior a los 500 mts.
- F. pedrosoi fue aislado de la vegetación al sur de
la cuenca del Lago de Maracaibo y de los llanos del lado oriental de
los Andes venezolanos, regiones de clima cálido y húmedo
(Salfelder et al, 1968). Esta especie estaría por lo tanto adaptada
a varios ambientes fitogeográficos distintos, según parece
indicar la amplia distribución de los casos esporádicos
en todo el territorio nacional y su aislamiento del ambiente en otras
regiones particularmente Brasil y Japón (Yegres et al, 1992 ;
Vicente, 2001).
Los pacientes infectados por Cl. carrionii provenían
exclusivamente de las zonas semi-áridas en las cuales la vegetación
espinosa facilita la inoculación del microorganismo. El hongo
se encuentra en la zona descrita como “bosque xerófilo
de espinar” según estudio fitogeográfico - temperatura
por encima de los 24oC, precipitaciones hasta 800 mms. anual
y elevación del terreno hasta los 500 mts - (Tamayo, 1983). La
asociación de Cl. carrionii con la vegetación
xerófila postulada por O´Daly fue comprobada por primera
vez en Australia al aislar esa especie como saprofita a partir de un
poste de madera de una especie xerófila Eucalyptus creba
(Ridley, l987). Su presencia en la reservárea falconiana
ha sido reiteradamente demostrada (Richard Yegres et al, 1987). Se aisló
en varias especies abundantes en la zona : Prosopis juliflora, Aloe
vera, Opuntia caribaea, O. caracasana, Stenocereus griseus, Cereus lanuginosus
(Yegres y Yegres-Richard, 2002). Se pudo comprobar que Cl.
carrionii se desarrolla en lesiones de cactáceas en la cual
puede adoptar una morfología semejante a la que se observa en
el tejido del hombre y de los animales de experimentación (Zeppenfedlt
et al, 1994).Las cactáceas constituyen uno de los componentes
más importantes de la vegetación de la zona semi-árida
y parece probable que Cl. carrionii pueda sobrevivir protegido
en el tejido de esas plantas en condiciones extremas de calor y sequía.
Agradecimientos
A FONACYT
y a Fundacite Falcón y a todos los estudiantes de medicina y
a los pacientes quienes colaboraron con el desarrollo de estos estudios
en nuestra institución
|