Establezca la severidad
del compromiso sistémico y la velocidad de progresión de los
signos clínicos, ya
que esto puede modificar la aproximación diagnóstica. El manejo
de soporte (corrección de trastornos respiratorios,
hidroelectrolíticos y anemia severa, tratamiento de infecciones
bacterianas asociadas y nutrición adecuada) debe ir paralelo al
plan diagnóstico. La anemia es frecuente en los pacientes con
HEF, siendo mas severa en drepanocitosis, malaria, leishmaniasis
visceral y en neoplasias (leucemia, histiocitosis,
neuroblastoma). La ictericia es infrecuente, ya que el compromiso
hepático es básicamente del sistema retículo endotelial, y su
presencia debe sugerir hemólisis (drepanocitosis, malaria),
sepsis o infección por virus de Epstein-Barr (VEB). Púrpura es
frecuente en leucemia, leishmaniasis visceral y en coagulación
intravascular diseminada asociada a malaria por P. falcíparum
o sepsis. Se puede observar exantema en sífilis
congénita, histiocitosis, fiebre tifoidea, mononucleosis
infecciosa, enfermedad del suero, lupus eritematoso sistémico
(LES), artritis reumatoidea juvenil (ARJ), reacciones de
hipersensibilidad a drogas e infección aguda por VIH. La
presencia de ascitis y edema generalizado es frecuente en
leishmaniasis visceral, pero puede verse en pacientes malnutridos
con enfermedades severas. Lesiones cutáneas diseminadas
nodulares y/o ulcerosas pueden aparecer en el transcurso de PCM
diseminada, siendo las lesiones mucosas poco frecuentes en
niños. Adenopatías generalizadas son frecuentes en
mononucleosis infecciosa, toxoplasmosis, PCM, leishmaniasis
visceral, neoplasias (linfoma, leucemia).e infección por VIH.
Los niños con infección por VIH pueden presentar además falla
de progreso, retraso psicomotor, moniliasis crónica, diarrea
prolongada, infecciones frecuentes e hipertrofia parotídea.
Amigdalitis con HEF sugiere mononucleosis infecciosa. Compromiso
respiratorio severo sugiere TBC, infarto pulmonar en
drepanositosis, neumonía intersticial linfoidea en pacientes
infectados por VIH, infecciones oportunistas agregadas a
enfermedad de base (por ejemplo en pacientes con infección por
VIH, leucemia o leishmaniasis visceral), síndrome de distress
respiratorio asociado a malaria grave o neumonitis de Loeffler en
pacientes con helmintiasis invasivas (toxocariasis,
estrongiloidiasis). Una gran hepatomegalia dolorosa
sugiere PCM (hepatitis granulomatosa). Gran esplenomegalia
dolorosa en desproporción con la hepatomegalia sugiere
leishmaniasis visceral (periesplenitis), crisis de secuestro
esplénico en drepanositosis, mononucleosis infecciosa o linfoma.
Las manifestaciones osteoarticulares son infrecuentes en las enfermedades infecciosas que causan HEF, y deben sugerir otros diagnósticos (crisis vasooclusiva en drepanocitosis, enfermedad del suero, LES, forma sistémica de ARJ, leucemia). Signos de insuficiencia renal aguda orientan hacia necrosis tubular aguda en malaria por P. falcíparum y ocasionalmente a nefritis por LES. Manifestaciones neurológicas agudas (trastorno de conciencia, convulsiones) deben hacer pensar en malaria cerebral, fiebre tifoidea, accidente cerebrovascular en drepanocitosis, hipoglicemia (frecuente en niños malnutridos con malaria), meningitis (sépsis, histoplasmosis, TBC) o infiltración de sistema nervioso central en leucemia. Retardo mental progresivo en pacientes con HEF sugiere infección por VIH o enfermedades de depósito.