El control de
cisticercosis en áreas endémicas depende principalmente
del mejoramiento en el saneamiento e higiene personal de
la población a riesgo. Un enfoque reciente más
específico ha sido el disminuir la prevalencia de
infestación por T. solium mediante el tratamiento
masivo de poblaciones con dosis tenicidas de praziquantel
o niclosamida, de esta manera reduciendo el número de
casos de cisticercosis en humanos y en cerdos, rompiendo
la cadena de transmisión. Igualmente, el control
práctico y económico de la infección en el cerdo
parece factible con la administración de dosis únicas
de oxfendazol solo o en combinación con praziquantel 22.
En áreas no-endémicas, los miembros de familia, empleados domésticos y otros contactos cercanos con una historia de viaje a zonas endémicas, deben ser investigados para descartar la presencia de tenias intestinales y tratados consiguientemente. Ya que los portadores de tenias tienen un riesgo aumentado de cisticercosis como resultado de la autoinfección, y en vista de que ellos frecuentemente sirven como una fuente de diseminación de cisticercosis a otros contactos, debe intentarse siempre el despistaje de los contactos familiares sospechosos, para la detección de portadores de tenias intestinales, investigando la eliminación de proglótidos en las heces, mediante técnicas parasitológicas apropiadas. Se debe recomendar también la realización de TAC cerebrales en aquellos individuos seropositivos, para descartar la presencia de enfermedad detectable del SNC. Los manipuladores del alimentos en áreas endémicas deberían ser sometidos a despistaje y / o tratamiento empírico con drogas tenicidas. |