A pesar de que el alcohol
se ha consumido por todas las civilizaciones desde que se
conoce la historia del hombre, aún se desconoce el
mecanismo mediante el cual ejerce su efecto
farmacológico. Menos se sabe de las razones que
convierten a un individuo en alcohólico y a otros no.
Tampoco se sabe mucho acerca de los mecanismos de
transmisión de señales que en última instancia definen
el estado de ánimo. Sin embargo, existen evidencias
circunstanciales recientes que señalan al calcio,
mensajero fundamental en los mecanismos de transmisión
de señales, como responsable de parte de estos
fenómenos. Así, se ha reportado en estudios realizados
por un grupo de psiquiatras en pacientes
maníaco-depresivos, que durante la fase maníaca, la
concentración de calcio intracelular es menor que
durante la fase depresiva. Inclusive, el tratamiento con
litio, cuando es exitoso, revierte a los pacientes a una
distribución normal de las concentraciones de calcio
intracelular. No es difícil concebir que, como el calcio
regula la liberación de neurotransmisores, una
perturbación en los mecanismos homeostáticos
responsables del mantenimiento de las concentraciones
básales intracelulares de este catión, podría ser
responsable de algunas de estas manifestaciones
clínicas. |