Reemergencia del virus de la encefalitis equina venezolana (VEEV)

El virus de la Encefalitis Equina Venezolana (VEEV) es un alphavirus perteneciente a la familia Togaviridae. Estos virus poseen un genoma de tipo ARN de polaridad positiva, es decir que el genoma es utilizado directamente para su traducción para la síntesis de proteínas. Estos virus se mantienen en la naturaleza en ciclos enzoóticos, mediante la transmisión entre artrópodos silvestres o mosquitos vectores y roedores o aves acuáticas. Este virus forma un complejo antigénicamente relacionado, pero distinto, que comprende seis subtipos (I al VI) de los cuales el subtipo I posee cinco variantes antigénicas (A,B, C, D, E y F) y el subtipo III contiene tres (A,B,C). El VEEV es responsable de numerosas epizoodemias en algunas regiones de Centro y Suramérica, especialmente en Colombia, México, Perú y Venezuela. El ciclo epizoótico comprende la infección de especies de Aedes como vector invertebrado y a equinos (caballos y burros) como huéspedes vertebredos. Cuando se presentan estas endemias epizoóticas, el hombre puede ser eventualmente infectado por Aedes sp., desarrollando una enfermedad a menudo severa, cuyo síntoma principal es la encefalitis.

La teoría más aceptada en la actualidad de cómo reemerge este virus, es que escasas mutaciones en el genoma viral son las responsables de la aparición de estas cepas epizoóticas patógenas en equinos y hombre. Estas mutaciones generan cambios en pocos amino-ácidos de las proteínas virales, tanto estructurales (la proteína de envoltura, afectando probablemente la antigenicidad del virión) como no estructurales (NSP3) (22). Como producto de estas mutaciones se genera un cambio a nivel de la variante viral, apareciendo una cepa patógena para los equinos y para el hombre. El alto grado de variabilidad característico de los virus compuestos por un genoma de tipo ARN y factores ecológicos son entonces probablemente cruciales para el surgimiento de las cepas epizoóticas del VEEV. Es importante señalar que la experiencia venezolana con el VEEV ha sido muy productiva; cuando se presenta una alerta epidemiológica de un posible brote epizoótico, las campañas de vacunación de equinos han sido relativamente efectivas para prevenir la diseminación de la enfermedad.