Polémica sobre el uso de hongos (fusarium oxysporum) para el control de las plantaciones de coca

Para clarificar los informes de prensas confusos y contradictorios alrededor del propuesto uso de armas biológicas en Colombia, el Sunshine Project está poniendo a disposición en su sitio Web el texto de la respuesta diplomática del Ministerio del Medio Ambiente Colombiano a la propuesta de Estados Unidos de usar el arma biológica Fusarium oxysporum para matar los cultivos ilícitos de coca en Colombia.

El Proyecto buscará la intervención de las agencias de las Naciones Unidas para prevenir el uso de armas biológicas en Colombia y en otras partes de Latinoamérica y Asia, lugares que están en la mira dentro del plan global de Estados Unidos para usar armas biológicas en cultivos de droga.

El Proyecto también está apoyando las iniciativas de la ONG Ecuatoriana Acción Ecológica para explorar la posibilidad de que el uso de armas biológicas en Colombia constituya una violación de los acuerdos regionales de cooperación. Hoy en Quito los temores sobre efectos indirectos del uso de armas biológicas en Colombia han disparado el tema a las primeras planas. En respuesta, la embajadora de Estados Unidos convocó una rueda de prensa de emergencia.

Información detallada puede encontrarse en la siguiente dirección:

http://www.sunshine-project.de

 

Drogas contra hongos fitopatógenos, modificadas para su uso como antifúngicos en mamíferos

Las pseudomicinas, derivadas de Pseudomonas syringae y usadas para tratar los olmos holandeses de infecciones fúngicas (Dutch elm disease), ahora están siendo desarrolladas como posibles agentes antifúngicos para humanos. Michael J. Rodríguez y colegas, en los Laboratorios Lilly, han usado una versión modificada genéticamente de la pseudomicina para tratar ratones con candidiasis (causada por Candida albicans) y criptococosis (provocada por Cryptococcus neoformans) diseminadas, logrando curar las infecciones con dosis de 2,5 mg/Kg (candidiasis) y 0,25 mg/kg (criptococosis). La actividad contra Aspergillus fumigatus, sin embargo, fue muy pobre. Estas tres especies fúngicas son de los más frecuentes hongos patógenos para humanos.

Varias versiones de pseudomicinas fueron desarrolladas en las décadas de los ’70 y ’80 para proteger a los olmos holandeses de infecciones fúngicas, aunque estas investigaciones fueron paralizadas por la Agencia de Protección del Ambiente (Environmental Protection Agency) debido a inquietudes ecológicas.