La epidemia y su aparición

La Muerte Negra

A pesar de haber transcurrido casi setecientos años desde que la peste bubónica invadió Europa, la misma permanece grabada en la historia, en el arte, la literatura, y también en la memoria colectiva.

Esta epidemia, que se conoció más tarde como la "Muerte Negra", ocasionó el exterminio de al menos la tercera parte de la población Europea. La epidemia despobló ciudades, destruyó las estructuras feudales existentes, puso en duda el poder de la Iglesia, y en resumen, cambió para siempre la civilización occiental.

Viruela en las Américas

La recién descubierta América también sufrió epidemias devastadoras. En 1518 la viruela fue introducida entre los aborígenes americanos, iniciándose la pandemia en Puerto Rico, para seguir a Cuba y entrar en México en 1519, donde contribuyó a la derrota de la Confederación Azteca. La viruela siguió al sur, llegando al Imperio Incaico incluso antes que el soldado Español, facilitándole su tarea conquistadora.

La viruela devastó al continente Americano porque encontró una población sin experiencia previa con esa enfermedad, causando lo que se ha dado llamar epidemias en "suelo virgen". Otras epidemias en suelo virgen que siguieron de cerca de la de la viruela fueron: el sarampión y el tifo exantemático epidémico.

El caso cierto es que para mediado del siglo XVII, 150 años después del descubrimiento, no quedaban en las Américas más de 5 millones de indios. Y se estima, aunque nadie lo sabe de cierto, que a la llegada de Colón, la población indígena Americana era de al menos 50 millones.

El 90% de la población Americana fue eliminada, y hoy en día se considera que eso fue debido no sólo a la crueldad del conquistador europeo, sino también a las enfermedades epidémicas.

Antecedentes de otras epidemias

Hace ochenta años hubo una epidemia que produjo conmoción en el mundo. Se trata de la pandemia de Influenza, conocida como la Gripe Española, que dio la vuelta al mundo entre 1918 y 1919. Esta epidemia causó la muerte entre 20 y 40 millones de personas, en un período de dos años. La severidad de la enfermedad infecciosa fue tal, que los soldados combatientes de la Primera Guerra Mundial dejaron los campos de batalla por las enfermerías, contribuyendo así al fin de la guerra.

Historias relatadas de manera muy simpática por el periodista venezolano Oscar Yánez, en su libro "Memorias de Armandito", cuentan que en Venezuela, la Gripe Española causó estragos. Pero a partir de esa epidemia, durante toda la primera mitad del siglo XX, la ciencia médica tuvo un adelanto impresionante. Con el desarrollo de las vacunas y los antibióticos, la humanidad creyó que las infecciones estaban vencidas y que formaban parte del pasado.

 

Los primeros estudios de la manifestación

El 5 de junio de 1981 la Morbity and Mortality Weekly Report (MMWR) del Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), describió la ocurrencia de cinco casos de una forma extraña de pulmonía, producida por un microorganismo llamado Pneumocystis carinii. Esas pulmonías sólo se conocían en pacientes que estaban severamente inmunosuprimidos. Los cinco pacientes eran hombres homosexuales, todos de la región de Los Angeles. Estas personas tenían también otras manifestaciones de inmunodeficiencia.

La publicación de esa nota despertó la atención de otros investigadores, y un mes más tarde, en julio de 1981, el mismo MMWR publicó – en primera página-, los casos de 26 personas, también hombres, con comportamiento homosexual, que presentaban Pneumocystis carinii, y además una forma relativamente rara de cáncer conocida como Sarcoma de Kaposi, que produce lesiones violáceas en la piel.

Veinte de esos pacientes procedían de Nueva York, y los otros seis de California, estados que rápidamente se identificarían como los epicentros de la epidemia de SIDA en los Estados Unidos.

Los primeros dos reportes en la literatura médica llevaron a una búsqueda sistemática en los Estados Unidos. Ya para 1983, cuando Newsweek publicó un número dedicado a esta nueva enfermedad, se evidenció que el SIDA era una verdadera epidemia en los Estados Unidos.

La mayoría de los casos iniciales se identificaron entre hombres con comportamiento homosexual. Las primeras reacciones de estos hombres en los Estados Unidos fueron de rechazo y defensa, con acusaciones de homofobia. Sin embargo, la comunidad homosexual organizada en los Estados Unidos rápidamente reconoció que éste era un verdadero problema de salud pública, y asumió un liderazgo que contribuyó de manera decisiva a la respuesta de gobiernos y sociedades contra el SIDA.

Muy temprano se identificaron las vías de transmisión de la enfermedad:

Entre los años 1982 y 1984, la enfermedad se identificó también en Europa. Muchos casos europeos se observaron en hombres homosexuales que habían tenido contactos en los Estados Unidos. Pero lo más interesante, sobre todo en aquellos hombres que negaban tener un comportamiento homosexual, era que al parecer tenían origen Africano. De esta manera comienza a desarrollarse la trama.