Patología
Todavía no se conoce cuáles aspectos de su genoma le confieren carácter de letal. Se estima entre 5% y 30% de muertes por cada caso reportado. Por una parte, por no haber estado expuestos a este virus anteriormente, los humanos no poseen defensa contra él. La razón por la cual algunos pacientes se complican tan severamente también podría asociarse a nuestra constitución inmunogenética, es decir:
Existen dos factores de riesgo para esta enfermedad:
Origen
y evolución
El origen
de este virus es desconocido: podría provenir de un virus animal (¿aviar?)
y haber ocurrido lo que se llama una zoonosis: un salto de especie. La replicación
de los coronavirus posee ciertas características peculiares que favorecen
una alta tasa de mutación y en particular la recombinación genética.
La polimerasa viral (enzima responsable de copiar el ARN para producir nuevos
ARNs que formarán parte del genoma de la progenie viral) tiene la habilidad
de transcribir en forma discontinua el ARN genómico 2. Esto
favorece un fenómeno denominado recombinación genética,
a partir del cual surgen genomas quiméricos compuestos por dos genomas
de virus distintos. De esta forma, estos virus quiméricos podrían
poseer un tropismo nuevo e infectar una nueva especie, por ejemplo el hombre.
Sin embargo, la evidencia genética no provee evidencia para este hecho. En efecto, este nuevo coronavirus no presenta un alto grado de identidad con ningún coronavirus conocido. Es factible especular que exista algún coronavirus animal, que no haya sido identificado hasta la fecha, que sí presente un alto grado de similitud con el coronavirus de la neumonía atípica y que sea el origen de este nuevo virus, a través de un salto de especie.
Es interesante tomar en cuenta que en la Provincia de Guagdong, donde surge la epidemia, se localiza un mercado de animales exóticos; alguno de estos animales podría haber sido el huésped del coronavirus animal progenitor de este nuevo virus. El Dr. Henry Niman, del Harvard Medical School, hace justamente referencia a una pequeña porción del genoma de este nuevo coronavirus, que sólo es compartida por los coronavirus aviares; 32 nt del extremo 3´ de su genoma son idénticos al coronavirus de la bronquitis aviar y del pavo y están ausentes en coronavirus de mamíferos. Si esta observación es significativa, se trataría entonces de una zoonosis a partir de un virus aviar desconocido.
La hipótesis de que este virus sea un producto de laboratorio (arma biológica potencial) es poco probable, debido al gran tamaño de su genoma, que complica su manipulación. Casualmente surge una publicación en Abril de este año sobre una manipulación exitosa de los coronavirus, demostrando las dificultades inherentes a este tema 6.
Transmisión
Este virus
comparte con el virus Ébola su transmisión humano-humano, aunque
quizá se transmita también por aguas y a través de tuberías7.
Periódicamente aparecen nuevos virus en el mundo, en particular en la
región asiática, en parte por la alta densidad poblacional. Por
ejemplo, en el año 1995 y 1998, aparecieron los virus Nipah y Hendra,
paramixovirus nuevos que causaron muertes en humanos. De hecho, al principio
de la epidemia de SARS, se aisló y se pensó que el brote era causado
por un paramixovirus, que quedó descartado.
¿Por
qué neumonía atípica?
Se le denomina
neumonía atípica porque tanto la presentación clínica
de la neumonía como el agente causal son atípicos. El otro virus
que causa neumonía y de hecho los brotes se inician a menudo en la región,
es el virus influenza. Casualmente, mientras ocurre la epidemia, murió
un veterinario en Holanda de influenza aviar. El virus de influenza es también
un virus de ARN también pero muy diferente al coronavirus de la neumonía
atípica.
Tratamiento
y prevención
Desgraciadamente
no poseemos información de buenos tratamientos contra los virus y la
mejor arma es la prevención: higiene y vacuna. El personal hospitalario
es el primero en riesgo de contraer la enfermedad. Se deben tomar estrictas
medidas de seguridad para el manejo y el aislamiento de los pacientes, pues,
por ser reciente, no poseemos memoria inmunitaria contra este virus. La posibilidad
de obtener una vacuna en un futuro próximo también parece difícil.