Presentación
No es muy común que un niño de 3 ó 4
años de edad tenga la oportunidad de aprender primero a
reconocer los movimientos de sonatas de Beethoven que simplemente
el abecedario. Sonatas artísticas que tal vez venían
predispuestas genéticamente dentro de una familia inmersa en el
mundo de la literatura, la música y la poesía. Así comenzó la
vida de Federico Moleiro, médico cardiólogo, actual Director de
la Sección de Cardiología Experimental del Instituto de
Medicina Tropical "Félix Pifano" de la Universidad
Central de Venezuela. Actividad que desarrolla paralelamente con
la escritura de poesías y, fruto de éstas, son cinco libros
editados desde 1970.
"Orden de silencio" (1970), "Domicilio a tiempo" (1975), "Tres veces el mismo espejo" (1978), "Yo vi sangrar el águila" (1980), "Oscuro fiel" (1983), "Final de fiesta" (1988); son el resultado de una motivación e inclinación que tuvo Federico Moleiro hacia el arte desde muy pequeño. Su timidez no le permitió dar a conocer los poemas que escribía aún siendo un niño, pero gracias a la seguridad que plantea el pasar de la adolescencia a ser adulto decidió mostrarle sus escritos a amigos y poetas muy calificados como Ramón Palomares, Vicente Gerbasi y Edmundo Aray, quienes lo entusiasmaron e invitaron a que no quedaran en el anonimato.
Federico Moleiro nació en Caracas el 18 de febrero de 1939. Su padre, Moisés Moleiro, fue una de los pioneros del movimiento nacionalista musical en Venezuela, fundador del Orfeón Lamas y la Orquesta Sinfónica Venezuela a comienzos de los años 30 y dueño de verdaderas joyas musicales como: Campanas (1930), Pastorela (1931), Hacia la quimera (1931) y el popular Compae Facundo (1933). Su hermano mayor, Moisés, fue dirigente de Acción Democrática (AD) durante el gobierno de Pérez Jiménez, comandante guerrillero a comienzos de esta era democrática, Secretario General del MIR y luego dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS). Carmencita, su hermana menor, es una de las pianistas más reconocidas de nuestro país, cuya principal escuela de música la tuvo en su progenitor.
Al explicar la forma de cómo pudo
compaginar la medicina con las artes, Federico Moleiro expone que
su filosofía de vida radica en tres puntos fundamentales: el
amor en su sentido más amplio como el amor de pareja, familiar,
paterno o el amor nacido de la amistad; por otro lado, el arte y
la ciencia. "Son los tres caminos para buscar la
perfección, aunque ésta no exista para el ser humano, son tres
sendas diferentes de aproximarse a un fin común que es la
verdad".