
Discusión
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- Las afecciones clínicas más
comúnmente causadas por MACR son las infecciones de piel
y tejidos blandos. Frecuentemente, ellas ocurren después
de procedimientos quirúrgicos diversos, trauma
accidental penetrante, inyecciones intramusculares y
abrasiones superficiales, los cuales actúan como
factores presdisponentes de contaminación ambiental de
la herida a partir del suelo, soluciones acuosas y
desinfectantes 8.
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- La enfermedad diseminada ha
sido observada en hospederos inmunocomprometidos y en
ciertos pacientes con enfermedades severas subyacentes.
Un elevado porcentaje de casos ha ocurrido en pacientes
con enfermedades malignas o en individuos que están
recibiendo tratamiento esteroideo en altas dosis. Otros
pacientes han sido sometidos a procedimientos de
transplante renal o están bajo tratamiento con
hemodiálisis crónica para el momento de ocurrencia de
la infección 10, 11, 12, 13, 14.
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- Una importante categoría de
enfermedad en la cual han sido implicados los
microrganismos integrantes del complejo M.
fortuitum/chelonae son las infecciones nosocomiales
que complican algunos procedimientos quirúrgicos 2,
15.
- Ocasionalmente han sido
publicados casos de infecciones de herida esternal
posteriores a cirugía de puente coronario, al igual que
infecciones de la piel y tejidos blandos posteriores a
mamoplastias de aumento 2, 5, 16. Se han
reportado casos de abscesos post-inyección debidos a
especies pertenecientes al complejo Mycobacterium
fortuitum/chelonae, después de la administración
de diversos productos comerciales (vitaminas, extractos
de corteza adrenal, lidocaina) 17, 18, 19.
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- Las infecciones de heridas
operatorias por Mycobacterium fortuitum/chelonae
posteriores a cirugía cosmética han sido reportadas con
una frecuencia cada vez mayor en los años recientes.
Tales infecciones han permanecido circunscritas a los
procedimientos de implantes mamarios, con afección de la
piel y tejidos blandos 5.. El
empleo de soluciones marcadoras contaminadas (ej. violeta
de genciana) ha sido asociado con infecciones de herida
consecutivas a la cirugía de estiramiento facial y
blefaroplastia 2. Los casos reportados en el
presente manuscrito describen dos técnicas quirúrgicas
recientes: la liposucción, con la utilización de
cánulas estériles y la lipoescultura, la cual consiste
en la inyección de tejido graso obtenido de diferentes
localizaciones anatómicas (usualmente la región
sub-mentoniana y la pared abdominal), con el propósito
de reducir prominentes plieges naso-labiales. Los autores
están conscientes de la existencia en la literatura de
al menos un caso previo de infección por MACR asociado a
liposucción; sin embargo, los detalles clínicos y
epidemiológicos del caso no fueron suministrados 20.
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- Algunos factores de riesgo
conocidos que favorecen las infecciones de piel y tejidos
blandos por MACR son el trauma y la contaminación de
heridas quirúrgicas 11,17,20,21. Debido a la
amplia distribución ambiental de estos microorganismos,
la exposición a material quirúrgico esterilizado en
forma inadecuada y a soluciones contaminadas, constituyen
factores de riesgo adicional para tales infecciones 22,
23. Por lo tanto, la ocurrencia en un lapso de
tiempo relativamente corto de un número inesperado de
casos de infecciones post-quirúrgicas de herida
operatoria, provenientes de varias instituciones no
relacionadas, como consecuencia de procedimientos
cosméticos limpios, es excepcional.
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- Las cepas del complejo Mycobacterium
fortuitum/chelonae son resistentes a muchos
desinfectantes, incluyendo povidine-yodo al 10%,
formaldehído acuoso al 2% y glutaraldehido alcalino al
2% 24,25. De hecho, un amplio espectro de
procedimientos quirúrgicos menores de tipo
oftalmológico y otorrinolaringológico han sido
complicados por infección de micobacterias
pertenecientes al complejo Mycobacterium
fortuitum/chelonae, especialmente cuando se usan
métodos químicos para la esterilización del
instrumental quirúrgico 26,27.
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- Los compuestos de amonio
cuaternario se consideran como desinfectantes de nivel
bajo 28, que no son confiables para la
destrucción de esporas bacterianas y micobacterias, por
lo cual no tienen ningún lugar en la actualidad como
parte de las estrategias de desinfección de nivel alto o
intermedio. Sin embargo, el enjuague con agua y jabón y
la posterior "esterílización" de los
instrumentos quirúrgicos delicados empleados en los
procedimientos de liposucción y lipoescultura, tales
como las cánulas, mediante la inmersión en una
solución comercial de amonio cuaternario durante varias
horas, se ha convertido en una práctica común entre
grupos quirúrgicos locales que practican cirugía
ambulatoria menor o procedimientos cosméticos.
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- Aunque no que fue posible
documentar, para el momento de realizar la investigación
epidemiológica en dos de las unidades involucradas
(varios meses despues de identificados los casos
iniciales), ninguna evidencia directa vinculando el uso
rutinario difundido al nivel local de compuestos de
amonio cuaternario considerados como desinfectantes de
nivel más bien bajo, con el grupo actual de casos de
infección de la herida operatoria, su empleo sin duda
puede constituir un potencial factor de riesgo adicional
que merece ser investigado.
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- Como punto de interés
adicional, otro gran centro de cirugía cosmética
ambulatoria inspeccionado por los autores con el fin de
colectar información epidemiológica suplementaria, el
cual era conocido por adherir estrictamente a los
procedimientos de esterilización recomendados a nivel
internacional, no ha presentado un solo caso de
infección quirúrgica por MACR después de más de 15
años de experiencia y la realización de más de 15.000
procedimientos (Galindo R, comunicación personal).
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- Los hallazgos
característicos de las infecciones quirúrgicas de la
herida operatoria debidas a MACR posteriores a cirugía
plástica, típicamente aparecen varias semanas o meses
después del procedimiento 29. En la actual
serie, el período de incubación clínica se extendió
1-8 semanas en 9 de los pacientes (mediana: 22,6 días).
Debe resaltarse que el extremadamente prolongado período
de incubación de 2 años documentado en uno de nuestros
casos es muy inusual y probablemente figura entre los
más largos registrados en la literatura hasta el
presente.
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- En forma similar a lo
reportado en algunos informes previos de infecciones por
MACR, nuestros pacientes desarrollaron predominantemente
eritema local, induración, microabscesos y drenaje
seroso. La presencia de fiebre, escalofríos u otras
manifestaciones de sepsis son infrecuentes. Una
importante pista para sospechar la ocurrencia de
infección post-operatoria es la dehiscencia de una
herida anteriormente cerrada o la falla en curar
completamente la herida 8. La ausencia de
respuesta clínica después de la administración de
agentes antimicrobianos activos contra bacterias
invasoras usuales (ej. Staphylococcus o Streptococcus) y
el reporte rutinario de ausencia de crecimiento en los
cultivos tomados de los sitios infectados, destaca la
necesidad de incluir en la evaluación microbiológica de
este tipo de muestras, diversos medios de cultivo
microbiológico especiales que permitan expandir el
espectro de microorganismos potencialmente aislados, con
el fin de incorporar también a las MACR, Nocardia y
hongos. Esta última posibilidad es ilustrada por un caso
adicional de infección mixta por M. abscessus y por
Nocardia asteroide cansecutivo a un procedimiento de
liposucción de la pared abdominal, incluido en el
reporte actual. Los detalles de este paciente serán
motivo de una publicación ulterior.
- La importancia de hacer un
preciso diagnóstico microbiológico no puede ser
sobrenfatizado, ya que múltiples especies de MACR tales
como el M. smegmatis, pueden verse en esta situación 30.
Las coloraciones para BAAR del material obtenido del
drenaje de la herida son frecuentemente útiles desde el
punto de vista diagnóstico, como se demostró en cuatro
de nuestros casos, al evidenciar los microorganismos
responsables.
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- Las MACR crecen bien, en el
transcurso de cinco a siete días, en los medios de
aislamiento primario tales como agar-sangre, Mac Conkey,
Levine y aquellos especiales para micobacterias
(Lowenstein-Jensen). Es nuestra política y la de otros 29,
notificar especialmente al laboratorio de microbiología,
con el fin de que los cultivos no sean reportados como
negativos al cabo de 48 horas de incubación. La
sensibilidad de los cultivos puede igualmente ser
mejorada con la incubación no solamente a 35-37°C, si
no también a 28-30°C, ya que algunas cepas de M.
chelonae solo crecen después de la exposición a
estas temperaturas más bajas 8. Se debe tomar
en cuenta que algunos de estos organismos pueden crecer
solo después de varias semanas de incubación durante el
aislamiento primario 31. El uso intenso del
hidróxido de sodio para descontaminar inicialmente el
esputo y otros especímenes clínicos puede resultar en
la inhibición de la recuperación de microorganismos
acido-alcohol resistentes de crecimiento rápido(10,32).
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- El tratamiento de las
infecciones ocasionadas por MACR depende tanto de la
susceptibilidad antimicrobiana del aislado, como de la
presentación clínica. Hasta el presente, no se ha
definido un régimen terapéutico óptimo recomendable en
forma general contra este tipo de bacterias. La actual
terapia antimicrobiana, aunque empírica, está diseñada
sobre la base de patrones conocidos de susceptibilidad.
Las infecciones severas pueden manejarse inicialmente con
cefoxitina parenteral (intravenosa) y amikacina que
proveen cobertura contra la mayoría de los aislados que
pertenecen al complejo 10. Si hay una mejoría
clínica después de 2-4 semanas de dicho esquema de
tratamiento, entonces el paciente puede ser colocado bajo
terapia oral. La elección inicial de antibiótico puede
modificarse una vez que los resultados de las pruebas de
susceptibilidad estén disponibles. La claritromicina, un
macrólido con un átomo de carbón metilado en la
posición seis de la molécula, exhibe una actividad
uniforme contra todos los miembros del grupo del M.
chelonae, así como también contra la mayoría de
los aislados de M. fortuitum (33,34,35). El
compuesto puede ser usado como una alternativa
terapéutica oral única a largo plazo en vez del
tratamiento intravenoso, evitando así hospitalizaciones
costosas y prolongadas (36). Si bien la claritromicina es
considerada actualmente como la droga de elección, la
experiencia en su empleo en el tratamiento de infecciones
cutáneas por MACR, continúa siendo limitada.
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- Wallace et al. ha sugerido
que la terapia con drogas únicas como la claritromicina,
administrada en forma continua durante al menos 4-5
meses, puede ser efectiva y segura 34. En
vista de que el tópico de la superioridad de la terapia
única versus combinada para este tipo de infecciones no
ha sido aun aclarada por los estudios clínicos
disponibles, nosotros elegimos tratar a todos nuestros
pacientes con claritromicina en combinación con otros
agentes de actividad antimicobateriana conocida.
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- La emergencia potencial de
resistencia es un motivo de preocupación cuando se
utiliza terapia antimicrobiana única contra este tipo de
micobacterias; sin embargo, no aparece ser una situación
frecuente si se emplean agentes tales como doxiciclina,
sulfametoxazol o claritromicina. No obstante, se ha
reportado resistencia ocasional con ciprofloxacina 10,36.
Esto último puede sugerir que la terapia antimicrobiana
doble o triple es más apropiada para el manejo de las
infecciones leves a moderadas de este tipo, aunque se
requiere experiencia clínica adicional antes de
establecer recomendaciones más definitivas. Si bien la
longitud óptima del tratamiento para este tipo de
infecciones no ha sido claramente definida, parece
prudente tratar al paciente durante tres meses o más,
esto último dependiendo de la presentación clínica,
evolución y la condición inmunológica del paciente 8.Debe
enfatizarse que el tratamiento exitoso de las infecciones
de piel y tejidos blandos debida a microorganismos del
complejo M. fortuitum/chelonae sólo puede
lograrse mediante un enfoque agresivo combinado, con la
remoción quirúrgica de todo el tejido necrótico y el
drenaje de cualquier material purulento presente, en
asociación con una terapia antibiótica efectiva, de
acuerdo con las recomendaciones que han sido discutidas
con anterioridad 8. Las heridas deben ser
dejadas abiertas y cubiertas con apósitos para prevenir
el cierre temprano de la piel, que podría resultar en
reacumulación de pus y el desarrollo de fistulas
productivas 29.La realización de un
diagnóstico microbiológico temprano, conjuntamente con
el empleo de un adecuado esquema antimicrobiano y una
enérgica limpieza quirúrgica, son aspectos muy
importantes, en el manejo de infecciones de heridas y
tejidos blandos post-cirugía cosmética, especialmente
cuando tales lesiones se ubican en regiones expuestas.
Las consecuencias pueden ser no solamente físicas,
debido a las deformidades de la piel y las posibles
secuelas producto del desfiguramiento, si no también de
tipo psicológico, por el desarrollo de depresión,
inquietud y frustración profunda, que puede afectar no
solamente al paciente, sino también al equipo
quirúrgico.
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- Los autores consideran de
gran importancia la adherencia estricta a los
procedimientos estándares internacionalmente aprobados
para la esterilización del instrumental quirúrgico, los
equipos médicos, las soluciones marcadoras de piel y las
fuentes de agua, al igual que el empleo de una limpieza y
preparación adecuada preoperatoria de la piel, ya que
todos ellos son factores potencialmente importantes, con
influencia definida en la prevención de las infecciones
post-quirúrgicas de cualquier etiología.
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- Finalmente, nuestros
hallazgos indican que las MACR deben ser incluidas en el
diagnóstico diferencial rutinario de las infecciones de
herida operatoria, piel o tejidos blandos, posteriores a
la realización de procedimientos quirúrgicos
cosméticos.

