Conclusiones
El Panel de Expertos del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos de
América (1-3), sugiere varios aspectos que son fundamentales para disminuir
la tasa de transmisión de la infección y realizar un manejo temprano
en los pequeños pacientes:
El aspecto más importante
que hay que tomar en cuenta es el diagnóstico precoz del VIH en la mujer
embarazada para poder instaurar tratamiento lo antes posible y evitar la factibilidad
de que su hijo sea portador del virus.
Si la mujer embarazada tiene un VIH positivo, no ha sido diagnosticada y está
sin tratamiento, la posibilidad de transmitir el virus de madre a hijo es de
un 30%. Este escenario cambiaría si la mujer recibe terapia antiretroviral
y si se manejan algunas cosideraciones obstétricas, puesto que se disminuiría
de un 30% a un 8%. Por lo tanto, el obstetra debe:
Definitivamente, el manejo del VIH materno y pediátrico debe ser realizado por un equipo multidisciplinario, debido a que el obstetra y el pediatra juegan un papel fundamental en las recomendaciones y en la terapéutica adecuada.
Declaración 27 de Junio de 2001. Naciones Unidas
"Reducir la proporción de infantes infectados con VIH en un 20% para el 2005 y en un 50% para el 2010, asegurando que el 80% de las mujeres embarazadas que acuden a consulta prenatal tengan la información, el consejo y otros servicios de prevención para VIH disponibles para ella, aumentando la disponibilidad y dando el acceso a tratamiento efectivo para la mujer y el niño infectado para reducir la transmisión madre-hijo del VIH, así como también ofrecer intervenciones efectivas que incluya el consentimiento y la prueba de carácter confidencial y voluntaria, acceso a tratamiento, sustitutos de la leche materna y un contínuo seguimiento de la madre y el niño".(23)