El proceso y sus etapas
Digitalizar
al paciente
El proceso de navegación
empieza con la alimentación del sistema y la información morfológica
propia de cada paciente. Estos datos se obtienen de diversas formas: TAC, RMN,
Intensificador de imágenes, Scanning de Rx y digitalización directa
del paciente in situ. La digitalización del paciente a partir de Tomografía
Axial Computarizada es la fuente más confiable para alimentar al sistema.1
Una vez obtenidos los datos, el sistema es capaz de guardarlos en disco duro
hasta que sea necesario accesarlos durante la cirugía.
La digitalización
aporta al sistema los detalles morfológicos del paciente con cortes de
1 mm de espesor de los componentes óseos de la cadera.
Planificación Pre Operatoria
Cualquier procedimiento de cirugía ortopédica debe contar con el paso previo indispensable de la planificación, siguiendo los principios básicos del maestro Maurice Muller. Este estudio previo nos permite conocer la personalidad de cada paciente, la calidad del tejido óseo, la profundidad de la preparación de la cavidad acetabular y determinar el tamaño y posición ideal de cada uno de los componentes a ser insertados. La planificación preoperatoria ahorra tiempo quirúrgico y disminuye la incidencia de complicaciones. Los procedimientos asistidos por computadora llegan aun más allá en cuanto a planificación se refiere. El sistema, que ya cuenta con la información individualizada de cada paciente, es capaz de sugerir al cirujano los diferentes tamaños de los componentes, justificando esta escogencia de acuerdo a valores tangibles; así por ejemplo, podemos escoger entre un inserto acetabular de 56 mm y otro de 58 mm por el porcentaje de contacto que éste pueda tener con el hueso. Si bien es cierto que la selección del implante sigue siendo del cirujano, esta escogencia es repaldada por los elementos de juicio que aportan los procedimientos asistidos por computadora.
Otro aspecto el cual debe ser considerado es la capacidad que el navegador tiene para guardar en su base de datos la información referente a los diferentes fabricantes de implantes y sus diferentes modelos, por lo que las preferencias personales del cirujano son respetadas por el sistema.2,4
Simulación
Los sistemas de navegación
quirúrgica en reemplazo total de cadera, ofrecen la posibilidad de -una
vez completada la planificación preoperatoria- realizar simulación
de los diferentes movimientos que el paciente tendría en el post operatorio.
Podemos, entonces, predecir los arcos de movilidad que el paciente va a tener
con un sistema protésico determinado y realizar los cambios a los que
hubiere lugar si la simulación no satisface las expectativas o los criterios
de excelencia en RTC.
La Cirugía y la navegación
El
procedimiento de RTC se realiza de manera semejante al tradicional con algunas
diferencias. Todo el procedimiento debe ser realizado dentro del área
de visión de la cámara infrarroja, la cual monitoriza al paciente
en todo momento. Esta cámara no depende de radiaciones ionizantes para
su uso, por lo que permanece activa durante todo el procedimiento. Una vez realizado
el abordaje, se procede a implantar los faros. Se trata de marcas en lugares
anatómicos estandarizados usando para ello dispositivos que son visibles
en el sistema. Estos faros, fabricados con material altamente reflectivo de
la radiación infrarroja, permanecen en el mismo lugar durante todo el
procedimiento, por lo que la navegación, una vez empezada, es independiente
de la posición que el paciente pueda adoptar a posteriori, esto elimina
una de las principales preocupaciones del cirujano en los procedimientos no
asistidos. La colocación del componente acetabular permite ver en pantalla
dos dimensiones simultáneas: Antero posterior y Axial de la pelvis a
tiempo real, esto permite que la orientación del inserto cotiloideo se
realice con visión directa, con valores de inclinación y anteversión
permanentemente visibles en pantalla. Es prácticamente imposible errar
en la orientación espacial del inserto cotiloideo, minimizando los riesgos
de complicaciones por luxación, limitaciones de arcos de movilidad y
potenciando, desde luego, la duración de los elementos protésicos
en el tiempo. La colocación del componente femoral se controla, permanentemente,
durante la inserción del vástago, su orientación con respecto
al eje de la diáfisis femoral y el grado de anteversión fisiológica
que debe tener el cuello. Del mismo modo podemos controlar la profundidad del
componente femoral para evitar o corregir discrepancias de longitud del miembro
afectado. Una vez colocados los implantes y realizada la reducción, el
procedimiento se realiza de modo clásico con manejo prudente de las partes
blandas y cierre por planos, dejando drenaje por aspiración y colocando
una ortesis abductora.
Las complicaciones descritas
en RTC referentes al manejo de partes blandas, infecciones y complicaciones
sistémicas como los fenómenos tromboembólicos y otras,
no están ausentes de los procedimientos asistidos por computadora.