Francisco
Griffin:
“Boticas permiten acceso a medicamentos a sectores menos privilegiados”
El actual Director del SEFAR del MSDS afirma que el acondicionamiento de locales
farmacéuticos en sectores populares no compite con la red farmacéutica
privada. Por otra parte, indica que el desabastecimiento de fármacos
en el país corresponde a un 10 %. Señala que la presencia de
nuevos productos importados es parte de la apertura a otros laboratorios.
Además, hace referencia a la puesta en marcha del Programa de Medicamentos
Esenciales.
“Las boticas no son un desplante impulsivo y caprichoso. Están perfectamente previstas, tanto en la ley de medicamentos como en la estrategia de suministro. Se han insertado dentro de una estrategia de seguridad del acceso”, asevera Francisco Griffin, Director del Servicio Autónomo de Elaboraciones Farmacéuticas (SEFAR), organismo adscrito al Ministerio de Sanidad y Desarrollo Social (MSDS).
De acuerdo a Griffin estas boticas están subsidiadas por el Estado venezolano. “Las personas obtienen allí un 85% de descuento del precio de los medicamentos esenciales y así se refuerza el programa de correspondiente a dichos medicamentos. Están especialmente dirigidas a los sitios de difícil acceso y donde habitan grupos económicos menos privilegiados, para garantizarles a ellos un suministro de calidad. Estas boticas no son improvisadas, tienen su farmacéutico, un respaldo técnico adecuado, tienen una supervisión adecuada desde el punto de vista profesional. Están dispuestas como garantía y seguridad para que muchos venezolanos tengan acceso a medicamentos”.
Griffin sostiene que la red de boticas populares implementada por el Gobierno no pretenden competir con las farmacias privadas. “Representan una alternativa suplementaria o complementaria de los mecanismos que tiene el Estado. En ningún momento colidan, ni entorpecen el sano y profesional ejercicio de las farmacias privadas”.
“El desabastecimiento de medicamentos ha
sido de un 10 %”
Existe un desabastecimiento, pero lo calificaría en un 10 % y especialmente
de algunos rubros vinculados a monoproveedores, es decir, laboratorios dueños
de una patente, de unos productos que circulan de manera exclusiva bajo su capacidad
de comercialización”, afirma el Director del SEFAR.
En lo referente a rubros de consumo masivo, Griffin sostiene que rubros de antibióticos, analgésicos, antihistamínicos y los antiparasitarios más comunes no han desaparecido. “Porque son comercializados en Venezuela por muchas casas y sus reservas les han permitido garantizar al mercado farmacéutico venezolano el abastecimiento. Por eso los medicamentos de consumo masivo, en su mayoría genéricos, no han fallado”.
Por otra parte, Griffin asegura que ante el temor de que la industria farmacéutica venezolana fuese afectada por el control de cambio, sobre todo por la importación de materia prima, el SEFAR enfatizó a la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) sobre la necesidad de que los laboratorios venezolanos tuvieran prioridad en la adquisición de materia prima. “Por eso, en este momento no contamos con un desabastecimiento que podríamos catalogar de preocupante”.
Griffin reconoce que se ha experimentado cierto desabastecimiento de medicamentos como por ejemplo, un determinado antineoplásico (Livec) y Oxitocina. Pero comenta que el SEFAR ha adoptado la previsión de proveer de algunos rubros especiales, por ejemplo: anticonvulsivantes, algunas drogas para enfermedades poco frecuentes como la miastemia grave y otras para el cáncer.
Por otra parte, el titular del SEFAR comenta que el Instituto Venezolano del Seguro Social está tratando de superar los problemas presentados con respecto a los medicamentos dirigidos a los enfermos de VIH y renales. “En estos momentos se están realizando compras de emergencia para garantizar que estos pacientes realmente tengan sus equipos, sus insumos y sus medicamentos, para realizar un proceso tan delicado como lo es la diálisis”.
Programa de medicamentos esenciales
En opinión de Griffin aunque la crisis “la situación ha
llevado a muchos sectores a reconsiderar su posición estratégica
en el ámbito de la salud. Por supuesto, al sector público venezolano
le ha significado un aprendizaje bien interesante. En el aspecto de los medicamentos,
por ejemplo, el déficit financiero, el desabastecimiento de algunos rubros,
permitió por ejemplo, acelerar la implantación de un programa
que hemos llamado “Programa de medicamentos esenciales ”, que es
la ruta que creemos fundamental en el suministro de medicamentos para garantizar
el acceso con equidad a los fármacos, para la mayoría de la población
venezolana”.
El titular del SEFAR explica que este programa consiste en seleccionar un número de medicamentos más importantes en términos de uso y demanda, para adquirirlos y distribuirlos de una manera eficiente, y prescribirlos con base en criterios científicos.
Griffin señala que en Venezuela, desde el 6 de diciembre del año 2002, ya se tiene una lista de medicamentos esenciales (aproximadamente unos 300 principios activos). “Estos abarcan una gran gama de productos que resuelven la mayoría de los problemas terapéuticos de las enfermedades más importantes en lo que llamamos los perfiles de morbilidad y mortalidad de la población venezolana”.
De acuerdo a Griffin este es uno de los pilares trazados dentro de la estrategia del sistema nacional de suministro de medicamentos y representa cambios importantes en la cultura de prescripción de medicamentos por para de los profesionales de la salud.
Importación, apertura del mercado y calidad
de medicamentos
“Nosotros necesitamos quebrar monopolios. Eso no es un problema sólo
de Venezuela, sino del mundo. Estamos demasiado restringido a algunas casas
comerciales que jugaban, por no decir manipulaban, demasiado en el mercado.
Hoy la India, China, Pakistán se han convertido en mercados emergentes
poderosísimos del sector farmacéutico. De hecho, la mayoría
de los grandes laboratorios del mundo están adquiriendo materias primas
de estos países y nosotros no nos vamos a rezagar en eso”, sostiene
Griffin al ser indagado sobre la presencia de medicamentos importados y no antes
vistos en el mercado farmacéutico venezolano.
Ante el cuestionamiento de la calidad de estos medicamentos, Griffin asegura que este aspecto es corroborado por el MSDS. “Los puede utilizar el rico y el pobre en las mismas condiciones de seguridad y de la calidad, porque el estado venezolano tiene en estos momentos los mecanismos de regulación en materia de salud, que nos permiten decir eso. Nuestros mecanismos siguen perfeccionándose. El Instituto Nacional de Higiene vigila mucho los aspectos técnicos y los legales reposan en la Dirección de Drogas y Cosméticos del Ministerio”.
Además, Griffin sostienen que se supervisa la comercialización de los medicamentos y que se sigan produciendo según controles y parámetros de calidad.
El Director del SEFAR afirma que está medida de importación es factible en caso de que las casas comerciales no distribuyan los productos en el país. “Está previsto en la ley por la vía de la emergencia y como productos de servicio”.
Griffin asevera que no se está deformando el mercado. “Estamos garantizando, además ampliando las posibilidades de oferta farmacéutica en Venezuela. Esa es una competencia sana, antimonopólica y antioligopólica”.
El actual director del SEFAR comenta que el Estado ha aumentado su participación en el sector farmacéutico venezolano, especialmente en lo referente a medicamentos de alto costo. “El Estado venezolano siempre había movilizado más o menos el 2 o 3% en términos financieros en el sector farmacéutico. En este momento, maneja entre el 30 y el 35 %. Aspiramos al 50% del total del dinero que se mueve en el sector”.
Acentuar medidas
Entre las medidas requeridas para mejorar el área farmacéutica
venezolana, el Director del SEFAR indica que el Estado necesita resolver el
problema de la dispersión en la inversión de medicamentos. “El
Estado en su conjunto está invirtiendo más de 600 millardos en
medicamentos, pero esto es ineficiente porque es muy dispersa. En este momento
estamos rediseñando las bases para esto. Se debe aumentar la eficiencia
y debe aumentar la eficacia”.
De igual
forma, Griffin señala que se deben acentuar los mecanismos reguladores
para el control de la calidad de los medicamentos. En este sentido, al ser indagado
sobre el problema de medicamentos falsos que se distribuyen en el país
a través de la buhonería, asegura Griffin que “si ésta
no es una acción mancomunada, en la que participen hasta los mismos laboratorios,
entonces estamos perdidos, porque sí se trata de un problema grave”.
Por otra parte, afirma el Director del SEFAR que es importante “dar todas
las facilidades a través de nuestra representación en CADIVI,
para que la industria farmacéutica multinacional que opera en Venezuela
y la nacional tengan la facilidad para adquirir las divisas suficientes para
garantizar un abastecimiento adecuado, tanto en materias primas como en productos
elaborados”.