Title
Febrile neutropenia: an overview
Abstract
Febrile neutropenia in cancer patients is among the most serious complications
related to chemotherapy, and is also among the most common. While diagnostic
and therapeutic interventions have improved greatly over the last decades, increases
in the number of patients with neutropenia, changes in the etiologic agents
involved, and growing antibiotic resistance have continued to be problematic,
consequently the management of this complication can vary widely. In general
the management of febrile neutropenia has improved greatly in recent years,
especially in the field of bacterial infections.
Keywords
Fever, neutropenia, infection, cancer
Consideraciones generales
La neutropenia febril es una entidad común en el manejo de personas afectadas con enfermedades hematológicas.1 Es definida como un conteo absoluto de neutrófilos < 1000/ml, siendo menor o igual a 500/mL de alto riesgo para el desarrollo de infecciones. La mayor posibilidad de infección se presenta en aquellos con neutropenia severa o profunda, definida como el conteo absoluto de neutrófilos menor o igual a 100/ml.2 Su duración también es otro factor importante asociado con el riesgo de infecciones severas en inmunocomprometidos.2,5 Por otro lado, se define fiebre como la temperatura oral > 38,3 °C (101 °F) en ausencia de causas ambientales obvias; o mayor o igual a 38.0 °C (100.4 °F) por al menos una hora.2 Entre el 30-60% de pacientes neutropénicos que presentan fiebre, se les detecta una infección establecida u oculta.2, 5,8 Así, la fiebre es la principal y, algunas veces, la única manifestación de infecciones severas en estos pacientes.6, 8
Numerosos patrones de fiebre han sido asociados con varias enfermedades infecciosas y no infecciosas, pero no existen patrones patognomónicos ni tampoco algún grado de fiebre claramente asociado con infecciones específicas en pacientes inmunocomprometidos.9 Además, quienes están profundamente inmunocomprometidos pueden, aunque rara vez, estar afebriles y presentar infecciones locales serias o sistémicas.2,4 La fiebre también puede estar suprimida o disminuida por agentes inmunosupresores que sean parte del régimen terapéutico, especialmente los esteroides suprarrenales y drogas anti-inflamatorias no esteroideas. Sin embargo, los pacientes con infección usualmente tienen fiebre a pesar del uso de éstos agentes.4 Una de las decisiones más importantes con respecto al paciente inmunocomprometido es determinar si la fiebre requiere una evaluación urgente con rápida instauración de terapia antimicrobiana empírica.4, 6
En general, el manejo de la neutropenia febril ha mejorado dramáticamente la sobrevida de estos pacientes, con una mortalidad atribuible a infecciones bacterianas, de 90% en la década de los sesentas a menos del 10% en los noventas.10