Fundación
Luis Roche
Bajo las miradas atentas de Marcel Roche y Francisco De Venanzi, y el mismo
año en que ambos científicos crean el Laboratorio Médico
Analítico (1952), se funda el Instituto de Investigaciones Médicas,
mejor conocido como Fundación Luis Roche, la cual funcionaba en los
laboratorios clínicos del edificio Zarikian del Puente Mohedano hasta
1954, cuando se muda al norte de la Plaza Morelos.
Con el apoyo económico del urbanista don Luis Roche, un puñado de hombres y mujeres, a principios de los años 50, optaron integrarse en un movimiento de investigación médica extrauniversitario libre, lograron formar una institución donde imperó la participación y la amistad mutua, la ausencia casi total de papeleo, la libertad de investigación; y de donde salieron muchos de los líderes del movimiento científico venezolano posterior a 1958. Todo aquello formando un islote dentro de un país regido por una dictadura, y con las universidades intervenidas por el gobierno militar. [1].
En líneas
generales, la Fundación Roche era una institución sin fines de
lucro que, regularmente, recibía contribuciones económicas de
Luis Roche y de varias compañías. Por ejemplo, a principios de
la década de los 50 la Fundación Creole aprueba un plan para poner
en práctica una investigación sobre la anquilostomiasis, aportando
cerca de Bs. 6.000 al mes. Luego se le sumaría la Compañía
Shell de Venezuela, suministrando la misma cantidad de dinero para realizar
investigaciones sobre quimioterapia en shistosomiasis (bilharziasis).
Según reza el Artículo 3° de sus estatutos, el Instituto de
Investigaciones Médicas (Fundación Luis Roche) “tiene por
objeto realizar toda clase de investigaciones científicas con fines humanitarios,
especialmente en el campo de la medicina, y de manera muy particular sobre las
enfermedades endémicas en el país y en las demás regiones
tropicales” [2]. En este sentido, trabajaba lo relativo a las anemias
nutricionales, diabetes, bocio endémico y bilharziasis.
Con respecto a las anemias nutricionales, la Fundación implantó
en 1953 un plan de trabajo con el fin de estudiar su naturaleza y sus mecanismos
de producción, la mayoría causados por insuficiencia de hierro
en el organismo. A partir de ese mismo año, también se comenzó
a utilizar yodo radiactivo para tratar el bocio endémico, aunque ya Francisco
de Venanzi había adelantado en 1951 un estudio sobre la fisiopatología
del bocio endémico. Por esa razón, en 1954 se llevó a cabo
una expedición al pueblo merideño de Bailadores, la cual demostró
-junto con otras experiencias- que el bocio venezolano es similar al bocio de
la mayor parte del mundo: fruto de la carencia de yodo en agua y alimentos.
Este descubrimiento mereció el reconocimiento de la comunidad científica
del país al concederle el Premio Nacional de Investigación Científica
en 1955.
Con respecto a la diabetes, la Fundación contaba con las investigaciones
realizadas por De Venanzi antes de formar parte de la mencionada institución
quien, groso modo, había manifestado que la diabetes no necesariamente
estaba vinculada con la insuficiencia de insulina. Este planteamiento dio pie
para demostrar en la Fundación que los enfermos diabéticos podían
clasificarse en dos categorías: los que segregan cantidades apreciables
de insulina y los que no segregan la hormona.
Otro de los aportes relevantes hechos por la Fundación Luis Roche fue
el haberse consagrado como el primer Instituto en Venezuela en efectuar mediciones
precisas de los iones de sodio y potasio en el plasma, esto, a través
de un fotómetro de llama. Incluso, fue quien introdujo en el país
la histoquímica, técnica que permite hacer visibles al microscopio
de luz substancias enzimáticas y no enzimáticas por medio de reacciones
bioquímicas.
Lamentablemente, el Instituto de Investigaciones Médicas o Fundación
Luis Roche dejó de existir desde la caída de la dictadura de Pérez
Jiménez. Marcel Roche tuvo que abandonar la dirección para encargarse
a tiempo completo del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones
Cerebrales (IVNIC) y, como consecuencia, muchos de los científicos e
investigadores de la Fundación fueron trasladados al Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) o, simplemente,
decidieron avocarse a la vida universitaria.
__________
[1] [2] Extraído de Homenaje a De Venanzi en el I aniversario
de su muerte. Boletín del Archivo Histórico, Número
7, Tomo I. Ediciones de la Secretaría de la UCV. Caracas/Venezuela, 1988
(suministrado por la Dra. Itala de Becemberg, actual Directora del Instituto
de Medicina Experimental de la misma casa de estudios).