El Sanitarista
Enfermedades venéreas
En materia de enfermedades venéreas y
prostitución, las iniciativas de Razetti demostraron especial
importancia, ya que tiene el mérito de haber logrado la
legislación antivenérea, así como el certificado médico
prenupcial y la educación sexual.
El 25 de enero de 1913 se anuncia públicamente el comienzo de las conferencias populares de higiene sexual referentes a "Las enfermedades venéreas y sus consecuencias sociales" , dictadas por Razetti en las instalaciones de la Escuela de Artes y Oficios.
A continuación, publicó en 1914 un folleto sobre las enfermedades venéreas y la reglamentación de la prostitución en Caracas. Allí manifestaba:
"El indiferentismo es pecaminoso; tolerar la prostitución es contraproducente; Prohibirla y perseguirla por medio de leyes y reglamentos, es ineficaz; reglamentarla al estilo europeo estricto, es impracticable. ¿Qué debemos hacer?"
En respuesta su propia pregunta propuso distintas alternativas:
Tratamiento
Establecimiento de Dispensarios Antivenéricos
Hospitalización de prostitutas en período contagioso
Inscripción de las promiscuas
Educación Sexual
Fundación de obras de verdadera solidaridad social
En 1929, Razetti se ocupó de nuevo del tema de la prostitución y al año siguiente da a conocer su proyecto sobre la legislación antivenérea internacional al publicarlo en su folleto titulado "La Defensa Social contra el Peligro Venéreo". La saludable influencia de los trabajos de Razetti tuvo repercusión en Panamá, Perú, Colombia y Cuba, entre otros, tal como lo manifestó el Dr. José E. López Silvero de Cuba.
Higiene Materno-Infantil
Siendo este otro
de los temas de su interés, Razetti publicó en 1907 una serie
de artículos sobre Puericultura en los "Lunes
Científicos" de El Constitucional. Sucesivamente
abordó en ellos los temas de la lactancia materna, la lactancia
artificial, la higiene de la leche, el destete y la mortalidad
infantil. En 1910, escribió un folleto sobre Consejos a las
madres o reglas que deben observarse en la crianza de los niños.
En 1913 presentó un proyecto de Higiene Escolar, el cual
publicó en la Gaceta Médica de Caracas. Allí hizo un análisis
de las funciones de los Médicos Inspectores de Escuelas,
llagando a la conclusión de que ellos desempeñaban un
importante papel en la educación y desarrollo de los pueblos.
"He sido un paciente divulgador de principios de higiene pública y social, porque creo firmemente que la higiene es la gran protectora del desarrollo de la naciones, y muy especialmente de estas repúblicas jóvenes del continente americano, cuyo porvenir está vinculado en la inmigración."
En plena dictadura Gomecista, el 10 de abril de 1924, durante una de las sesiones de la Academia Nacional de Medicina, Razetti denunció el decrecimiento de la población de Caracas a causa de la mortalidad infantil. En consecuencia tuvo que salir precipitadamente del país, a fin de evitar el encarcelamiento. Razetti tuvo que huir al exilio, no sin antes dejar sus observaciones por escrito a través del folleto El Decrecimiento de la población de Caracas, donde expuso como causa de este fenómeno los siguientes factores:
Analfabetismo de los padres
Ilegitimidad de los hijos
Alcoholismo y sífilis de los padres
Abandono absoluto del niño pobre
De acuerdo a tan indeseable situación propuso en la misma publicación:
Creación de un instituto de Puericultura
Creación de un Hospital de Niños
Establecimiento de la protección indirecta del niño a través del mejoramiento físico, intelectual y moral de los padres.
Conforme se ve, credenciales le sobraron a Razetti para el título de higienista. Indudablemente tuvo una visión certera acerca de los problemas sociales y sanitarios que se vivía, no solo en nuestro país sino en el resto de América. A razón de su obra como sanitarista, la Oficina sanitaria Panamericana lo ha calificado entre los Próceres de la Sanidad panamericana, junto a prestigiosas figuras como José Penna, Carlos Chagas, Daniel A. Carrión, Walter Wyman, José Hipólito Unanue, Miguel Couto, Juan Guteras, carlos J. Finlay y Eduardo Liceaga.
