Introducción

A continuación presentaré una síntesis del caso de un paciente con una historia personal y familiar llena de situaciones dramáticas y poco comunes, a quien acompañé por espacio de 9 años en un análisis en el cual predominó una frecuencia de cuatro veces a la semana. Elegí este material debido a que muestra tanto la regresión clínica en el historial, como la regresión transferencial en una sesión y la regresión en un sueño en la síntesis de otra. Por otra parte, en la sesión completa veremos en las asociaciones del paciente, la referencia explícita a la visión del tiempo cuando se produce una regresión, tema central de esta comunicación.

Cuando comenzó la relación analítica, José contaba con 34 años, estaba casado, tenía tres hijos y un trabajo estable. Provenía de una familia humilde, de una población andina, formada por la abuela materna , la madre, una hermana mayor y dos hermanos menores con una diferencia de 7 años entre cada uno de los hermanos. Los cuatro hermanos fueron producto de relaciones esporádicas de la madre con hombres diferentes. La abuela era descrita como una persona poco cariñosa, severa, que casi no hablaba. La madre era sordomuda, muy cariñosa y que jugaba mucho con sus hijos. El paciente recordaba que lo cargó hasta que tuvo 10 años y le dio pecho hasta los 3 ó 4 años. El padre murió de tuberculosis cuando el paciente contaba año y medio, sin reconocerlo legalmente. Otra figura importante la constituyó una tía paterna, de mejor posición socioeconómica en el pueblo, rígida y quien se expresaba muy mal de la madre, la abuela y la hermana del paciente. Los recuerdos de dos momentos de convivencia con esta tía estuvieron llenos de sentimientos de humillación y vergüenza. Esos momentos coincidieron, el primero, con el tercer embarazo de la madre y, el segundo, con el embarazo de la hermana a los 11 años de José. De este embarazo, también fuera de matrimonio, nace una sobrina, a quien el paciente ayudó en su educación y a que tuviera el reconocimiento del padre.

José estudia hasta 4º año de Bachillerato en su pueblo natal y termina esos estudios en una ciudad del interior. A los 18 años se viene a Caracas con la hermana y comienza a estudiar Ingeniería. Pero, el temor a que no iba a pasar, a que no podía estudiar, lo lleva a retirarse. Con su trabajo y el de la hermana, ayudaban a la familia. Tanto la hermana como los dos hermanos y la sobrina culminaron estudios universitarios.

En relación con el aspecto laboral, al abandonar los estudios José entra en una compañía transnacional, en donde comenzó con un curso de formación para técnico y allí ha permanecido trabajando hasta donde yo he tenido noticias. Era un trabajo que le producía mucha angustia, con guardias nocturnas por períodos cortos de tiempo, más fácil de enfrentar si estaba acompañado. Temía no poder reparar fallas graves, que lo despidieran y no poder conseguir otro trabajo. Se quejaba de no haber logrado el premio anual que entregaba la compañía, de no haber optado a cargos gerenciales o haber mejorado su nivel de calificación. Su trabajo no era reconocido, como tampoco había recibido el reconocimiento como hijo por parte del padre y la tía paterna. Se sentía "un ser de clase inferior, sin derecho a estudiar o tener mejores cargos". Frente a estos sentimientos optó por trabajar de una manera rígida, exigiéndose cada vez más; trabajaba fines de semana y hasta altas horas de la noche.

A los 27 años conoce a la esposa, quien venía del suicidio de un pretendiente. A los tres meses se produce el matrimonio y el comienzo de los conflictos de la pareja. La esposa, 7 años menor que el paciente, provenía de un hogar legítimamente constituido; de una familia que se enorgullecía del apellido paterno, que había perdido una posición económica holgada, luego de la caída de la dictadura. José describía a la esposa como una persona muy callada, "no quiere hablar conmigo: con su familia si habla; a veces me sorprende cuando la oigo hablar y dar opiniones por el teléfono". El paciente le reclamaba su falta de interés en él, en la casa y en los hijos. Por otra parte, se dieron innumerables discusiones porque la esposa se negaba a ir a la casa de la abuela del paciente; para él, la esposa lo despreciaba a él y a su familia.

En esta situación de conflictos laborales y de pareja, la esposa amenaza al paciente con el divorcio. Ya hemos visto como José sentía que no podía hacer frente a las exigencias del trabajo y se había aislado de los amigos. La amenaza de divorcio es vivida como algo sumamente peligroso; la pérdida de un modelo de vida, que lo alejaba de ser el "muchachito, hijo natural" (como se definió en la primera entrevista), del hogar legalmente constituido que había tratado de construir, significando la imposibilidad de reparar de sus objetos internos. Antes de iniciar cualquier tratamiento se sumerge en una regresión, la cual desde el vértice clínico, es un ejemplo de una regresión temporal.

En ese momento, José decidió hablar con la esposa para que le diera tres días para ver qué ocurría con él. Estallaba en gritos a cada momento; tenía a los niños asustados. Como vimos anteriormente surgió la agresión ante la desmezcla de pulsiones. Fué a su pueblo natal, para ver como encontraba una muchacha , con quien había tenido juegos sexuales en la infancia, para comprobar si no había resultado afectada. La encontró bien, pero este hallazgo no lo calmó y al regresar del pueblo se sintió peor. Buscó ayuda en un consejero espiritual, luego en un psiquiatra. Presentaba insomnio, no hacía mas que caminar. Todo lo hería; se sentía muy sensible. "Sentía deseos de acabar con mi señora, de acabar conmigo". Fue hospitalizado; al egreso no estaba mejor; no podía dormir ni con las pastillas; tenía temor de hacerle daño a la esposa o de estar en un edificio, o de tirarse bajo una gandola. Al final llama a un psiquiatra de su entorno cercano, quien lo hospitalizó, le modificó la medicación y me lo refirió para un tratamiento analítico.