La regresión y los sueños
Como es de todos conocido, la sección b del Capítulo VII de La Interpretación de los Sueños (1900) se denomina la Regresión. Para este momento Freud estaba centrado en dar un mayor sustento teórico a su formulación central de la existencia del inconsciente, para lo cual utiliza tanto la elaboración, como la interpretación de los sueños para sintetizar lo que venía trabajando desde el Proyecto. En esta sección nos lega el primer esquema del aparato psíquico y los tres sistemas que conforman la primera tópica: el consciente, el preconsciente y el inconsciente.
En la figura 1 toma el modelo del arco reflejo, con un extremo sensorial que recibe las percepciones pero carece de memoria y un extremo motor que controla la motilidad. Hay una dirección con un carácter progrediente; los procesos psíquicos transcurren del extremo sensorial al motor.
De las percepciones que recibimos queda una huella, una alteración permanente, denominada Huella Mnémica, cuya función es la memoria y es la base de la asociación, es decir, la posibilidad de interrelacionar todas esas huellas mnémicas. De esta manera el nuevo aspecto del esquema se plasma en la figura 2.
Otra característica importante del sistema P es la de brindar a la conciencia la diversidad de las cualidades sensoriales, mientras que nuestros recuerdos, cuando se hacen concientes, no muestran esa cualidad. Pensemos en la diferencia entre lo que sentimos cuando nos estamos quemando una mano y cuando recordamos el hecho.
En la figura 3 encontramos cómo las huellas mnémicas se van agrupando y, aquellas que están más alejadas de la conciencia, constituyen el sistema inconsciente, el cual tiene la particularidad de no tener acceso a la conciencia "si no es por vía del preconsciente". Este sistema, el preconsciente, está ubicado en el extremo motor debido a que incluye la instancia criticadora que, en el sueño, impide el devenir consciente de los procesos activados en el inconsciente y que, en la vigilia, posee la llave de la motilidad voluntaria.
Entonces, ¿qué proceso ocurre en este aparato psíquico para que en el sueño alucinatorio las representaciones inconscientes tengan aquella cualidad sensorial del extremo P?. Freud nos dice que la excitación toma "un camino de reflujo". En vez de propagarse hacia el extremo motor, a través del preconsciente, toma la vía del extremo sensorial alcanzando el sistema P. Esta direccionalidad tiene un carácter regrediente, en contraposición a la progrediente. El autor llama REGRESION al fenómeno "de que en el sueño la representación vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la que alguna vez partió". Son también regresiones las alucinaciones de la histeria y de la paranoia y las visiones de las personas normales. Son "pensamientos mudados en imágenes", en particular los pensamientos que se vinculan con recuerdos sofocados o que han permanecido inconscientes.
En un agregado de 1914 a la sección b que hemos venido revisando, describe tres tipos de regresión: tópica, formal y temporal. La regresión tópica es la que hemos examinado previamente; no hay mayores aportes posteriores. Significa el movimiento regresivo de la excitación de un lugar del aparato psíquico a otro. La regresión temporal, en este momento, es el regreso a "formaciones psíquicas más antiguas"; más adelante veremos como el autor continúa trabajando esta idea. La regresión formal comprende "modos de expresión y de figuración primitivos que sustituyen a los habituales". En este sentido vemos la regresión temporal y formal en su forma más dramática, desde el punto de vista clínico, en los casos de esquizofrenia catatónica, en los cuales hablamos de una regresión al nivel fetal. Otro ejemplo lo constituye el niño que ha logrado adquirir el control esfinteriano y, ante el nacimiento de un hermano, vuelve a orinarse en la cama.
"Las pataletas" de los niños constituyen un claro ejemplo de regresión formal. El niño usa de manera regresiva la única manera de expresarse que tienen los bebés: llorar, gritar, patalear.