Conclusión

El proceso visual es un excelente modelo para los sistemas acoplados a proteínas G. Semejanzas extraordinarias se han observado entre las proteínas que llevan a cabo la cascada de reacciones en la ruta de señalización inducida por la luz, y muchas otras rutas de trasmisión de señales. Hasta los momentos, miles de receptores acoplados a proteínas G han sido identificados, y todos comparten una arquitectura común conteniendo siete segmentos que atraviesan la membrana celular. Las proteínas G también constituyen una superfamilia que incluye al menos 20 distintas isoformas de subunidades a , 6 distintas isoformas de subunidades b , y 12 distintas isoformas de subunidades g , permitiendo muchas combinaciones posibles. A pesar de esta increíble heterogeneidad, todas estas proteínas comparten un mecanismo de acción común. Sin embargo, la mayoría de los otros sistemas acoplados a proteínas G son difíciles de estudiar desde un punto de vista bioquímico, debido a la baja disponibilidad de las proteínas involucradas. La alta concentración de rodopsina y transducina en los segmentos externos de los bastoncillos retinales, unido a la fácil purificación de ambas proteínas a homogeneidad, hace que el sistema rodopsina-transducina sea utilizado como un prototipo para el resto de los sistemas que funcionan con receptores y proteínas G. Este parecido entre las diferentes rutas que funcionan acopladas a proteínas G, hace que los resultados obtenidos aquí sean significativos puesto que en cierta manera sirven de marco de referencia de gran valor en el entendimiento funcional y estructural de los miembros del resto de estas dos superfamilias de proteínas involucradas en la señalización celular.