Introducción
La resistencia bacteriana en países como Venezuela resulta tan apremiante
como una enfermedad cualquiera. Los escasos recursos económicos de las
personas, la ausencia de un cuerpo legal que controle eficazmente la venta de
antibióticos, las particularidades de los pacientes y de las instituciones
médicas, y los reportes errados o poco verificados de muchos especialistas,
constituyen variables decisivas en el tratamiento de este problema.
Cuando Louis Pasteur descubrió en 1865 que las enfermedades son causadas
por microorganismos (bacterias, hongos, protozoos, algas y virus), muchos serían
los avances alcanzados en esta materia. Alexander Fleming, Howard Florey y Ernst
Chain descubrirían la penicilina en 1928, la cual sería utilizada
masivamente después de 1940, cuando los dos últimos científicos
(Florey y Chain) lograron aislarla sintéticamente y crearla en estado
puro.
Llamada así por ser producida por el hongo Penicillium notatum,
la penicilina se convirtió en el primer antibiótico de la historia.
Hoy día, el uso desmedido de este tipo de medicamentos es considerado
como uno de los causantes más relevantes del aumento de resistencia bacteriana
a nivel mundial, razón por la cual se han implementado diversos mecanismos
para evitar que las bacterias ganen la contienda.
Por ejemplo, la resistencia antimicrobiana venezolana no es un fenómeno
de reciente aparición. Así lo demuestra el artículo "Resistencia
bacteriana en Venezuela. Nuevos hallazgos", publicado en la Revista
de la Sociedad Venezolana de Microbiología (Vol. 20, N° 1: 58-63,
Caracas, Enero de 2000), según el cual “se
viene estudiando este problema desde 1986, cuando comienzan a aparecer los primeros
reportes, como los realizados por la doctora María Josefina Gómez,
donde se comprobó la existencia de 21,9% de Streptococcus pneumoniae
con sensibilidad disminuida a la penicilina”. En esa misma publicación
médica se hace referencia a un estudio multicéntrico de 70 cepas
de S. pneumoniae realizado en 1996 en Caracas y Valencia, según
el cual 43% de esa muestra presentaba sensibilidad disminuida a la penicilina,
3% de ellas con resistencia elevada.
Para ahondar
en este importante tema, consultamos a cuatro reconocidos especialistas: los
Dres. Manuel Guzmán (Centro Médico
de Caracas), Julio Castro (Instituto de Medicina Tropical-UCV) y Ana
María Cáceres (Instituto Médico La Floresta), y al
Lic. Alberto Calvo (Policlínica Metropolitana
de Caracas).