Title
Subjectivity and mutuality in the analitical encounter

Abstract

From the beginning, psychoanalysis had the stamp of the current model of the sciences of the time. Psychoanalytic observation presupposed the existence of non apparent phenomena in the patient that was possible to uncover or decipher by the detached objective observation of a competent trained analyst. Contemporary science models imply the unavoidable participation of the observer in the same phenomena or object of study. Patient and analyst mutually influence each other and create an intersubjective field of experience where all the observed clinical relevant phenomena are coauthored by both participants. The traditional dynamic or repressed unconscious, resistances, defenses, transferences and countertransferences are necessarily in need of redefinition as resulting from the interlacing activities of patient and analyst.

Key words
countertransferences, unconscious, intersubjectivity, objectivity, psychoanalysis, therapy, transferences, truth.

Introducción

Freud concibió al psicoanálisis según el modelo imperante de las ciencias al comienzo del Siglo XX. Los primeros contactos de Freud con el problema de las interacciones en el ámbito terapéutico, fueron quizás las famosas lecciones de Charcot y sus discípulos en la Salpêtrièrie. Para la época de las primeras publicaciones psicoanalíticas, Charcot (fallecido en 1893) estaba indiscutiblemente desprestigiado y algunos de sus colaboradores iniciales denunciaron cómo muchos de sus casos habían sido entrenados para satisfacer la voluntad del maestro, y presentarse en las demostraciones a desempeñar un papel, que ensayado, había terminado por convertirse en parte esencial de la patología de las pacientes . Después, Freud tuvo contacto con la escuela de Nancy. Experimentó con la hipnosis. Constató cómo las sugestiones posibles con la práctica del método, no eran una panacea para los padecimientos mentales. Fue testigo también del desprestigio que sufrieron muchos hipnotistas que por un tiempo estuvieron en boga.

Las experiencias con la hipnosis, mostraron a Freud el importante grado de influencia que podía tener un practicante sobre el sujeto enfermo. El caso de Anna O mostró a Freud, cómo tal influencia también podía ejercerse sobre sujetos no hipnotizados y cuan descabellada y anárquica podría ser esta influencia de no ser entendida y manejada adecuadamente por el practicante. Pudo así entender de un nuevo modo, la importancia de la relación terapéutica. Ayudó entonces a Breuer (Breuer y Freud, 1893-1895) a tener el valor de abrir sus registros y esto le permitió formular sus ideas centrales sobre la transferencia (Freud, 1910, 1912).

El concepto clásico de la transferencia fue desde entonces el pivote central y piedra angular del psicoanálisis, su nueva creación.