Introducción

De acuerdo con el testimonio del doctor Miguel Yáber, ex director del Hospital Universitario de Caracas (HUC), el presidente Eleazar López Contreras en el año 1943, consideró urgente la creación de un hospital de envergadura. En aquel entonces al Hospital Vargas, activo desde hace 52 años, le era imposible atender en sus instalaciones a la gran cantidad de pacientes que requerían atención médico-asistencial.

De ahí, que ese mismo año, se iniciara la construcción del Hospital Universitario, bajo la coordinación de una Comisión Planificadora integrada por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva; el Ingeniero Técnico, Guillermo Herrera; en la coordinación de obras, Armando Vegas y los asesores norteamericanos expertos en construcción de hospitales, Frank Mc Vey y Tomás R. Penton.

Aunque su construcción progresaba, no se contaba con un plan técnico-administrativo que guiara la dinámica del próximo gran hospital caraqueño. Esto motivó a que en el año 1948, el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social dictara la resolución que creaba la Comisión Preparatoria de Administración del Hospital Universitario de Caracas. Esta comisión, que estuvo presidida por el Dr. Fernando Rubén Coronil (Presidente) y el Dr. Jorge Soto Rivera (Secretario), complementada por un grupo de otros destacados médicos, se encargó de la redacción de los planes gerenciales que serían ejecutados al momento de iniciarse las actividades del hospital.

El gran momento inaugural del Hospital Universitario de Caracas llegó. El 16 de mayo del año 1956, estaba todo listo para que la ciudad capital estrenara un nuevo centro hospitalario. El doctor Yáber recuerda con discreta emoción, cómo fue ese día. “Llegamos a las 9 de la mañana y el Dr. Pedro Gutiérrez Alfaro, Ministro de Sanidad y Asistencia Social de aquel momento, me pidió fuese a la Maternidad y buscara a una señora en trabajo de parto y fuese ese evento gineco-obstétrico el que sellara la inauguración del hospital”. Así ocurrió. Aproximadamente a las 10 de la mañana, el Dr. Yáber llegó en una ambulancia con la señora Mercedes de Arráiz, quien daría a luz a un niño varón al cual le colocaron por nombre Marcos, en honor al Presidente de la época, Marcos Pérez Jiménez.

Sin embargo, al inicio de las actividades del Universitario hubo discrepancias en el gremio médico debido a que en su Estatuto Orgánico, era considerado un hospital cerrado. “Para que el hospital tuviese control sobre los médicos y los pacientes, se determinó que el hospital fuese cerrado. Esto se hizo para garantizar que el tratamiento y la evolución de los pacientes fuese óptima, traducido a un servicio médico permanente” -explica el doctor Yáber. Esto evitaba de alguna manera, la atención médica selectiva.