SIDA: Una enfermedad que ha cambiado de rostro

Una enfermedad que ha cambiado de rostro

En el II Simposio Latinoamericano y del Caribe de Infecciones de Transmisión Sexual, se discutió la nueva realidad que están afrontando los países latinoamericanos: Cada 10 segundos un adolescente se infecta de SIDA.

Por Johanna Rodríguez

Años atrás el SIDA era una enfermedad considerada exclusiva de los homosexuales y los hombres promiscuos. Sin embargo, los tiempos han cambiado al igual que el estilo de vida, lo cual se ha reflejado en las nuevas víctimas de la enfermedad: los adolescentes.

Estadísticas mundiales indican que entre 10 y 11,8 millones de adolescentes padecen SIDA. De hecho, cada día se reportan 6.000 nuevos casos.

Latinoamérica ocupa el tercer lugar y el Caribe el segundo en la incidencia de adolescentes infectados. Es tan preocupante la situación que existen países en estado de alerta, como es el caso de Perú, Brasil, Panamá y Guyana.

En el caso específico de Venezuela, en el 2002 se reportaron 13.527 casos. Pese a que una alta cuota es responsabilidad de la homosexualidad, las drogas y las trabajadoras sexuales, es de destacar que existe un incremento en la población heterosexual. Para la Dra. Laddy Casanova no es tanto una cuestión de educación, ya que 30% de la población latinoamericana está en conocimiento de la enfermedad; es más un asunto de actitud.

El principal factor de riesgo lo representa el sexo sin protección, seguido por el consumo de drogas (marihuana, heroína, inhalantes) y el abuso sexual. Los grupos más vulnerables lo representan los niños de la calle y los huérfanos quienes están más expuestos.

¿Cómo disminuir el riesgo de contraer el SIDA?
La Dra. Casanova recomienda cambiar la actitud ante esta situación, a través de la promoción de conductas de protección y el uso del preservativo. Considera de vital importancia las estrategias enfocadas a educar e informar a los adolescentes, sobre la salud sexual y reproductiva, ya que piensa que ellos son “la población más vulnerable”.

Asimismo, cree que con la aplicación de programas de esta índole, se puede frenar y disminuir la epidemia del SIDA. “El gran desafío se encuentra en controlar la enfermedad, porque si no crecerá”.

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