Resistencia microbiana en la Red Nacional Cubana de Laboratorios con equipos DIRAMIC durante los años 2002 al 2004.
Álvarez Varela, Estrella1; Contreras, R.1; Álvarez, A.B.1
1Centro Nacional de Investigaciones Científicas, Cuba

Se presenta el reporte de la resistencia microbiana, obtenido a partir de los resultados de los antibiogramas realizados en la Red Cubana de laboratorios con el sistema DIRAMIC distribuidos a lo largo del país, el cual cubre un total de 3853 ensayos en el 2002, 3291 ensayos en el 2003 y 2210 ensayos en el 2004. Los datos fueron analizados utilizando el sistema de programas “Mapas Microbianos”, el cual permite confeccionar el esquema estadístico de circulación de los diferentes microorganismos y su resistencia y sensibilidad ante los antibióticos utilizados, así como determinar los patrones de susceptibilidad a los antibióticos. Se reporta además, la frecuencia global de aparición de los microorganismos aislados y la distribución de los aislamientos por tipos de muestras. Los microorganismos aislados con mayor frecuencia fueron: Escherichia coli, Proteus sp., Klebsiella sp., Shigella sp., Enterobacter sp., Staphylococcus coagulasa negativa, Staphylococcus aureus y Pseudomonas sp. Los tipos de muestras más analizados fueron: hemocultivo, urocultivo, exudado faríngeo, coprocultivo, exudado nasal y líquido céfalo raquídeo. Se comprobó que la utilidad de los antibióticos ensayados mantiene vigencia, aún para los más antiguos. En el caso del cloranfenicol, la amikacina, la gentamicina, la kanamicina y la ciprofloxazina se apreciaron bajos niveles de resistencia. Sin embargo, el grupo de antibióticos donde se encuentran penicilina, ampicilina, cefazolina, sulfametoxazol + trimetropim y ceftriaxona presentaron niveles de resistencia elevados, por encima del 50 %, por lo que deben ser vigilados a corto plazo. En el año 2003 se apreció un aumento de la resistencia en sentido general, con respecto al 2002. Pero en el 2004 ya no se aprecia un crecimiento. Este tipo de trabajo brinda una valiosa información para definir la política de uso de los antibióticos sobre la base del conocimiento de los niveles de su resistencia. Esto permite seleccionar el agente antimicrobiano a utilizar en terapias empíricas, así como recomendar que un determinado antibiótico sea sometido a períodos de reposo cuando presenta bajos niveles de susceptibilidad.

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