Labor
científica: El Hombre integral
“La
enfermedad es expresión de la función alterada y ésta no
puede comprenderse hasta tanto no se penetren los mecanismos físicos,
químicos y físico-químicos que caracterizan la función
normal... La medicina, para hacerse científica, ha de analizar el hecho
clínico a la luz de los procesos fisiopatológicos, estructurales
y bioquímicos que determinan cada dolencia y cada enfermedad”
, decía Pi Suñer al explicar la esencia de sus lecciones de Fisiología
y de Fisiopatología que le tocó dictar (3).
Una de sus preocupaciones fundamentales era la de ver al hombre como un ser integral. El Maestro Pi Suñer fue pionero en reconocer que el campo de los estudios funcionales ya había dejado de ser el de los órganos y debía consistir en el estudio de las funciones coordinadas. Buscaba la unidad que encerraba las variadas funciones del cuerpo humano (1). En su tesis “La Vida Anaerobia” (1900), pone de manifiesto su tendencia a acercar la química al estudio de las funciones biológicas, al descubrir la importancia de algunas transformaciones que se operan en el organismo vivo(1).
Pi Suñer realizó varios trabajos sobre la intervención del hígado en las transformación de los diferentes pigmentos que resultan del desdoblamiento normal o patológico de la homoglobina en el organismo animal (1).
En 1901 difunde la traducción francesa del libro del sabio Pavolov, publicado en 1897, sobre El trabajo de las glándulas digestivas.
Justo con su maestro y amigo Ramón Turro (1854 - 1926) trabajó desde 1904 a 1918 en investigaciones sobre los mecanismos fisiológicos de la inmunidad (1).
En 1917 Pi Suñer redactó el capítulo “Diabetes, sacarina y sacarurias”, con destino al Manual de Medicina Interna de Hernando y Marañón (1).
Otra de las investigaciones de Pi Suñer se refirió al sistema respiratorio. En 1918 demostró la sensibilidad del pulmón a excitantes químicos. La concentración de anhídrido carbónico en el aire inspirado influye en el ritmo y profundidad de la respiración (1).
Sobre la correlación fisiológica, planteada en el mecanismo sinérgico humoral-nervioso, el Maestro Pi Suñer presentó varios informes: En 1911 “Diez años de Fisiología en el siglo XX”; en 1916 “La unidad química y la individualidad”; en 1919 “La unidad funcional”; y en 1920 “Los mecanismos de correlación fisiológica, adaptación interna y unificación de funciones”.
Entre 1919 y 1925 propuso con otro investigador de apellido Bellido, el famoso método del “perro de las dos cabezas” en el que el perro donador, además de enviar la sangre a su propia cabeza, irriga la del otro perro que participa en el experimento (1).
De 1922 a 1941 trabajó con varios fisiólogos, entre los que destaca Puche, demostrando la inervación centrípeta que se extiende a lo largo de los órganos digestivos y la importancia de la sensibilidad interna promotora principal de percepciones que proceden del estado nutritivo de los tejidos (1).
En 1938
escribe el libro “Las anomalías del metabolismo de los glúcidos
y su significación clínica”.