Correspondencia

Para el editor
New England Journal of Medicine
Vol 341, No.14 Septiembre 30


En el editorial publicado el pasado 10 de junio de 1999*, el Dr. Relman sugirió un enfoque prudente de la propuesta, que busca el patrocinio del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH), sobre una página Web destinada a la publicación de todos los nuevos informes de investigación biomédica. No obstante, muchos consideran que la propuesta del NIH debía haberse ofrecido mucho antes, ya que la diseminación de los resultados de investigaciones clínicas en Internet es inevitable. El asunto consiste en quién tendrá la primicia. Preferiría una página de alta calidad que implemente la evaluación por pares bajo la dirección de una institución financiada públicamente, como el NIH. Las ventajas de esta clase de patrocinio radican en una mayor credibilidad en la salud y ciencia internacional, un alcance internacional que supera el de la mayoría de las organizaciones, e independencia del apoyo comercial.

Dr. Arthur J. Ammann
Estrategias Globales para la Prevención del VIH
San Rafael, California 94901


Para el editor:
New England Journal of Medicine
Vol 341, No.14 Septiembre 30

La llegada de la publicación en línea parece crear confusión a la hora de distinguir entre revistas y bases de datos. Aunque esta evolución puede tener algunos inconvenientes potenciales con respecto a la evaluación y financiación de las revistas, encontramos una ventaja importante: los recursos en línea, como la "E-Biomed", facilitarían un acceso para los científicos y médicos clínicos a un archivo de datos más detallado que el disponible en las revistas impresas. Los artículos clínicos y científicos se caracterizan cada vez más por representar archivos de datos sumamente vastos, tales como secuencias de todo el genoma o los resultados de estudios clínicos extensos realizados en varios centros; tales archivos de datos se pueden presentar más minuciosamente en línea que en una revista impresa. La máxima integración de datos con texto escrito, posible gracias a los recursos en línea, serviría a los lectores para apreciar y comprender mejor los resultados de una investigación.

Dr. Edward S. Brodkin
Universidad de Princeton
Princeton, New Jersey 08544

Dr. Mark Gerstein
Universidad de Yale
New Haven, Connecticut 06520


Para el editor:
New England Journal of Medicine
Vol 341, No.14 Septiembre 30

Nos preocupa el análisis crítico del Dr. Relman sobre la propuesta de la E-Biomed. Los sistemas de información electrónica actualmente transforman de manera radical las formas como nosotros -científicos y médicos clínicos- nos comunicamos e informamos, además éstos poseen al menos tanto poder e impacto como la prensa y el teléfono. Defender la continuación del sistema tradicional actual pero engorroso frente a la evolución de los nuevos media es, en el mejor de los casos, falta de previsión y, en el peor de los casos, puede señalar la pérdida del control de los médicos sobre los sistemas de información de los cuales dependemos.

Los sistemas electrónicos pueden suministrar la información que los médicos requieren. Además la publicación en Internet proporciona interactividad, capacidad multimedia y reacción dinámica. Así también los resultados y las conclusiones se pueden exponer mediante hojas de cálculo interactivas o video en presentación fluida en lugar de limitarse a textos o imágenes inmóviles. Del mismo modo los usuarios pueden bajar información para análisis adicional o interactuar directamente con el autor. Finalmente, el equipo encargado de la evaluación puede diseminar comentarios a audiencias extensas y geográficamente diversas sin necesidad de depender de la interpretación de los medios publicitarios, de esta manera se permite que la evaluación por pares se efectúe dentro de una comunidad virtual de expertos y usuarios.

Tenemos la oportunidad de aprovechar esta poderosa forma de tecnología como una herramienta académica. Si no nos encargamos, intereses comerciales sin duda dirigirán la utilización provechosa. Empresas farmacéuticas y biotecnológicas con recursos casi ilimitados ya emplean los principios de mercadeo y publicidad, antes que los de ciencia y erudición, con el propósito de divulgar información biomédica.

Dra. Charlotte Bell
Dr. Keith Ruskin
Universidad de Yale, Escuela de Medicina
New Haven, Connecticut 06520-8051


Para el editor:
New England Journal of Medicine
Vol 341, No.14 Septiembre 30 de 1999

El balance entre la publicación oportuna de información y la evaluación apropiada es siempre delicado. Considero que el comentario del Dr. Relman es balanceado y razonado, pero se debería analizar un factor adicional. La industria de la biotecnología, originada hace menos de un cuarto de siglo, anexó otra dimensión que debe considerarse. En nuestros días las noticias biomédicas influyen frecuentemente sobre la bolsa de valores de Wall Street: se evidencia claramente que el anuncio de resultados científicos, algunas veces antes de una revisión crítica, puede provocar movimientos abruptos del valor de las acciones. El prestigio de una "publicación" que respalda el gobierno federal (que naturalmente se asume como neutral), sin las revisiones o los balances pertinentes, fácilmente se puede malinterpretar, o en el peor de los casos, emplear erróneamente. El pandemónium y la confusión resultante no sólo afectarían negativamente a la comunidad científica, sino que también nos convertiría en cómplices involuntarios de procedimientos discutibles.

Dr. Edmund C. Tramont
Universidad de Maryland, Baltimore
Baltimore, Maryland 21201


Respuestas del Dr. Relman
Para el editor

Estoy de acuerdo con Amman en cuanto a que la diseminación electrónica internacional de informes de investigaciones clínicas bajo un patrocinio no comercial sería una excelente idea. Tal como indica "el asunto consiste en quién tendrá la primicia". Apoyo la publicación inicial de revistas académicas que emplean evaluación por pares, con la subsiguiente divulgación electrónica, pero él prefiere una diseminación inicial de una "página con evaluación por pares" bajo el patrocinio del NIH. El inconveniente estriba en que la propuesta de la E-Biomed permitiría -incluso incentivaría- la divulgación de informes que no han experimentado una evaluación por pares significativa y, por ende, la calidad y fiabilidad serían bastantes variables. En otras palabras, es una invitación al caos.

Brodkin y Gerstein tienen razón con respecto a que la E-Biomed facilitaría la publicación de información mucho más detallada que la suministrada por la mayoría de las revistas impresas, mas una versión electrónica subsiguiente de un informe en la página Web de una revista podría satisfacer esa necesidad, especialmente si la versión electrónica aparece inmediatamente después de la publicación impresa.

La descripción de Bell y Ruskin de cómo la publicación en Internet de información no evaluada (probablemente en la E-Biomed) se podría analizar, parece quimérica. ¿Creen ellos realmente que una "comunidad virtual de expertos y usuarios" podría realizar evaluaciones por pares en línea que ayuden a los médicos clínicos en la interpretación y el empleo de la información en los procedimientos que efectúen? Me parece bastante imposible. ¿Quién se encargaría de dirigir la discusión, y cómo se solucionarían las diferencias de opinión y denuncias conflictivas? Internet abarca una mezcolanza de información -algunas buenas, algunas malas y otras de calidad incierta. Incluso con la participación de "expertos y usuarios" sencillamente no se les podría suministrar a los médicos la clase de ayuda que encuentran en los informes, las revisiones y los comentarios consultados en revistas de alta calidad con evaluaciones por pares.

Aún así, tal como se propuso inicialmente, la E-Biomed probablemente amenazaría la existencia de muchas revistas clínicas excelentes. Algunos pueden considerar que esta declaración es interesada, pero pienso que no obstante es verdadera.

Finalmente, estoy de acuerdo con Tramont sobre los grandes abusos que podrían ocurrir debido a la publicación electrónica inmediata de informes clínicos no evaluados. La administración de una página Web sin fines de lucro y la ausencia de publicidad no impedirían la explotación comercial de los informes, en especial los que patrocinan empresas biotecnológicas y farmacéuticas. Los términos "pandemónium y confusión" no son demasiado exagerados para describir lo que probablemente sucedería.

Dr. Arnold S. Relman
Colegio de Medicina de Harvard
Boston, Massachusetts 02115