Asako Saegusa
Nature / Vol 400 / 5 Agosto 1999


La semana pasada la Asia-Pacific International Molecular Biology Network (IMBN), respaldó en principio la propuesta, establecida por el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH), que tiene como meta la creación de un almacén de información mundial de literatura biomédica conocido como E-Biomed.

Sin embargo la organización, que agrupa los biólogos de la región asiática-pacífica, siguió la pauta de la Organización de Biología Molecular Europea (EMBO), de reaccionar de manera prudente ante la sugerencia de que el almacén de información debería comprender publicaciones no evaluadas. Esta acción reafirma que la interpretación de resultados de investigación biológica amerita una evaluación crítica de una tercera persona.

En la segunda conferencia internacional de la IMBN, realizada en Singapur, los miembros respaldaron una proposición de Frank Gannon, director ejecutivo de la EMBO, organización europea en la que se diseña la IMBN, y que el mes pasado manifestó la intención de sumunistrar un aporte a E-Biomed (ver Nature vol. 400, p. 97, 1999).

Gannon señaló que la E-Biomed debería contener un consejo directivo internacional integrado por la NIH, la EMBO y una entidad asiática. Para esta misión se estimó como la más conveniente la IMBN que representa 14 países de la región, tales como Australia, China, Indonesia, Corea, Japón y Singapur.

"La IMBN apoyará la idea de la E-Biomed y el enfoque que la EMBO actualmente toma con respecto a la iniciativa planteada", indica Gurinder Shahi, director ejecutivo de la IMBN. No obstante reconoce que "el diablo siempre carga con el detalle" al expresar, por ejemplo, que una de las principales preocupaciones de la EMBO sobre la E-Biomed consiste en la posibilidad de perder los ingresos que percibe de la revista.

"También nos preocupa un poco, ya que planeamos lanzar nuestra revista, que incluye una versión sólo electrónica, entre el año 2000 y el 2001 -dice- sin embargo la prioridad es reconocer la importancia de la participación asiática en la E-Biomed. Lo más fundamental consiste en asegurar la inclusión de la IMBN en la primera fase del proyecto, y así podríamos establecer una dirección en la iniciativa".

Muchos biólogos asiáticos afirman que acogen la idea del almacén de información propuesto y que se favorecerían del rápido sistema sencillo y libre de barreras. Agregan que sería particularmente interesante para los científicos de los países en desarrollo, puesto que proporcionaría un acceso oportuno a artículos e información cuya suscripción es actualmente muy costosa o que reciben con un atraso significativo.

"También esperamos que la E-Biomed contribuya a detener la marcada dependencia en los países asiáticos de revistas ‘con amplio factor de impacto’ para valorar la realización de investigaciones", expresa Chris Tan, director del Institute of Molecular and Cell Biology en Singapur.

Tan, augura que el almacén de información acortaría la distancia entre las reconocidas revistas ‘de marca registrada’ como Nature y Science así como otras revistas que abarcan áreas más especializadas de la ciencia. Apunta que un sistema como la E-Biomed facilitaría la expansión del conocimiento comúnmente restringido a revistas especializadas y estimularía la distribución a investigadores asiáticos.

Sin embargo también le preocupa la ausencia de evaluaciones por pares en la propuesta de la E-Biomed. "La desventaja del proyecto es la posibilidad de captar demasiados desechos, si este sistema de evaluación no se pone en funcionamiento. Aunque el sistema adolece de períodos paulatinos de revisiones, considero que debe conservarse", manifiesta Tan.

Jerry Wang, profesor de bioquímica en Hong Kong University of Science and Technology (la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong), indica: "La E-Biomed incentivaría bastante las publicaciones de artículos emanados de la región asiática-pacífica, en especial de países en desarrollo, lo que permitiría una plataforma más accesible para la publicación". Sin embargo también concuerda que debería funcionar alguna manera de control de calidad.

La IMBN puede ejercer presión para que se introduzca en el almacén de información una gama más extensa de literatura de ciencias biológicas, puesto que actualmente admite nuevas áreas de interés como ciencias agrícola y del ambiente. Esta acción ya parece haber comenzado a progresar, ya que se manifestaron conversaciones para cambiar el nombre de ‘E-Biomed’ a ‘E-Biosci’.