Hacer ciencia: un reto difícil

A lo largo de la conversación, el investigador Reinaldo Di Polo subrayó, constantemente, la importancia de los descubrimientos hechos, tanto por él como por su equipo de trabajo. Sin embargo, reconoció que la aplicabilidad de los mismos, en escenarios como el venezolano y el latinoamericano, se dificulta mucho más, en comparación con los países europeos, asiáticos o los Estados Unidos.

"La gente suele decir que los investigadores venezolanos hacemos cosas para fuera y nuestros descubrimientos no se adaptan a la realidad venezolana. Pero eso no es así como dicen. Si tú quitas unas dos o tres compañías venezolanas que hacen investigación de punta en ciencias básicas y tecnología, el resto de las grandes industrias aquí son maquilladoras de tecnología. Aquí la mayoría de las industrias no contribuyen en nada a proporcionar un incentivo a la investigación."

Continuando con este razonamiento, este Premio Nacional de Ciencias de Venezuela (noviembre del año 2000) explicó que la receptividad de los conocimientos generados por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) ha sido mayor en compañías internacionales. Estas empresas, explicó el entrevistado, han tomado los descubrimientos hechos en torno al calcio en la célula, para desarrollar productos que ayuden a combatir ciertos padecimientos cardíacos, mediante la inhibición del intercambiador sodio/calcio. "Así lograron descubrir los betabloqueadores, que son inhibidores de los canales de calcio, para combatir la hipertensión arterial ", comentó.

Tomando en cuenta este panorama, ¿cómo ve entonces el futuro de la ciencia aquí en Venezuela?

En esta Quinta República hay una serie de pasos bien positivos, por ejemplo, la creación de un Ministerio específico para esta área. Pero, hay cosas, por ejemplo, que considero peligrosas, y están en la nueva Ley de Ciencia y Tecnología, que tiene ciertas cosas que a mí todavía no me calzan completamente. Primero, la desaparición del CONICIT y la creación del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (FONACyT), pasando a ser una dependencia administrativa, cuando el CONICIT venía haciendo una tremenda labor. Segundo, que la directiva del FONACyT es nombrada por el Presidente de la República y el Ministro de Ciencia. Yo no sé si con este gobierno van a haber científicos en esa directiva, pero puede ser que en otro gobierno, con esa Ley, los científicos estemos borrados.

Para el Dr. Di Polo el buen camino de la ciencia en Venezuela está garantizado si el gobierno - a quien le reconoce sus buenas intenciones- está dispuesto a aportar fuertes cantidades de dinero, fomentar de manera agresiva la inversión en una "ciencia de calidad", orientarse hacia la formación de recursos humanos de IV y V nivel y ofrecer, desde ámbitos industriales, incentivos para "repatriar investigadores venezolanos".

En opinión de este investigador del IVIC, la situación de la ciencia en Latinoamérica no se diferencia en mucho de la planteada en Venezuela, pues indicó que han habido altas y bajas, semejantes a las de nuestro país. A su juicio, no existe una corriente o política clara en torno al manejo de esta área y no se ha visto un progreso lo suficientemente sostenido para sacar a estas naciones de su estado de subdesarrollo y dependencia tecnológica.

"Yo veo, por ejemplo, que Argentina está pasando por una situación gravísima en la cual no sólo se le está reduciendo hasta en un 15% el salario de los investigadores, sino que hace unos días la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología no está pagando los subsidios ya aprobados, es decir, cortaron los insumos para investigación. Colombia también está pasando por malos momentos como lo indica el ataque a uno de los mejores Institutos de Investigación en parasitología, del cual es Director Manuel Patarroyo, una autoridad en Malariología. En el caso de Brasil yo creo que esa gente es el gran monstruo. Algo distinto ocurre en Brasil y Chile, ellos están invirtiendo muchísimo en ciencia, tienen un proceso de promoción de investigadores que los remunera y los pone a valer", acotó.

Desde su perspectiva, ¿cuál ha sido el papel jugado por el IVIC, como institución, para fomentar el desarrollo de la ciencia en Venezuela?

Yo creo que el IVIC ha sido y es una de las instituciones de mayor excelencia científica de este país. Ha sido una institución dedicada a la creación de conocimientos y su reconocimiento internacional viene de allí. El IVIC ha contribuido a la conformación de grupos claves. Por ejemplo, el grupo de INTEVEP que sale de allí, entre los años 70 y 80 constituido por químicos orgánicos e inorgánicos de primera clase que estaban haciendo investigación básica. Y de ahí surgió todo lo relacionado con la orimulsión que el país vende con creces. Pero, si no hubiese existido esa semilla, esa infraestructura científica, eso no hubiera podido ser posible. Lo mismo puedo decir del Instituto de Ingeniería y QUIMBIOTEC, la planta de plasma. El IVIC es un instituto que le ha dado una gran proyección internacional a la ciencia nacional.

Sin embargo, a pesar de lo difícil que resulta hacer ciencia tanto en Venezuela, como en Latinoamérica, Reinaldo DiPolo no duda en preferir su país como lugar de trabajo e investigación. "Yo a los gringos los aguanto por un cierto tiempo, no porque no me gusten, pues mi papá, al cual le debo mucho de mi bohemia, era siciliano, pero criado en USA. Pienso que se trata de una cultura totalmente distinta, es otra manera de vivir, además, a mí Venezuela me encanta, yo me la he recorrido bastante, eso no lo puedo dejar", reconoció.

"Cuando yo entré a estudiar medicina - agregó- y me dediqué al área de la investigación yo creo que la ciencia en ese momento tenía más sentido, estaba más integrada con lo cultural. En ese momento se pensaba de una manera mucho más romántica. Yo llegué al IVIC becado, tenía un laboratorio y pude trabajar aquí. Además siempre me han gustado hacer las cosas en Venezuela porque es el derecho de uno: el estar aquí y formar gente aquí, aún cuando es triplemente más difícil. Tú vas al exterior y es mucho más fácil, tienes oportunidad de publicar tres veces más. Pero cuando tú haces un descubrimiento aquí y lo publicas aquí da mucho más placer".

El tiempo transcurrió demasiado pronto quizá. Como un buen maestro, Reinaldo Di Polo, sabe envolver a su oyente e introducirlo en un mundo conocido por pocos pero de importancia para muchos: la regulación del calcio en la célula. No parecía mostrar cansancio durante su exposición. El tema del futuro de la ciencia, también despierta su interés y preocupación. Y es que podría identificarse en este reconocido investigador a un apasionado de su trabajo, predominando más en él la vocación y el compromiso que el afán de obtener dinero y prestigio.

Si pudiera dejar algún mensaje para aquellos jóvenes que desean dedicarse a la investigación científica, ¿cuál sería?

Esta es una profesión bellísima, muy linda, muy agradable. Es una profesión independiente, en el sentido de que es muy creativa y te permite hacer muchas cosas. La ciencia es un arte como la música, como la literatura, es un arte que lleva a la mente a crear conocimiento. Espero que el día de mañana los salarios aumenten... pero eso sí, es una profesión bellísima.