Etiopatogenia

Aún no se entiende bien cuáles mecanismos desencadenan el proceso y cuáles utiliza el sistema inmunológico para lesionar la célula hepática (1). Existen evidencias que señalan la importancia de factores genéticos como predisponentes. Al respecto se han identificados alelos cuya presencia se correlaciona con susceptibilidad a padecer la enfermedad y también con expresión y severidad del proceso. El HDL DR3 se asocia con personas jóvenes y enfermedades más agresivas, mientras que el HLA DR4 con mayor edad y curso más favorable (2,3)

Se considera que el mecanismo patogénico principal es la pérdida de tolerancia del sistema inmunológico contra tejidos propios. El factor crítico de esta disregulación inmunológica estaría centrado en los linfocitos T CD4, induciendo a una respuesta inmunológica celular y a la producción de anticuerpos en contra de determinados autoantígenos. Como candidatos a estos autoantígenos se ha señalado a los receptores de las asialoglicoproteína en la hepatitis autoinmune tipo I y una enzima del citocromo, la P450 IID6, en la hepatitis autoinmune tipo II.

Como desencadenantes se señalan agentes exógenos: medicamentos, xenobióticos, bacterias, virus, etc. Entre los virus que han sido involucrados, se encuentran los de la hepatitis A, B, C y del sarampión y entre los medicamentos: la nitrofurantoina y la minociclina. Uno de los mecanismos postulados es la formación de neoantígenos debido a la alteración provocada por estos elementos exógenos sobre componentes celulares que al ser modificados, ya no son reconocidos como propios.

Otro posible mecanismo es el de mimetismo molecular, basado en que agentes exógenos pueden poseer componentes semejantes a los presentados por células del ser humano, de tal forma que una respuesta inmunológica dirigida contra la sustancia extraña, o el agente invasor, provoca también lesión tisular por reacción cruzada. Ejemplo clásico de esta situación lo constituye la fiebre reumática causada por la existencia de epítopes antigénicos compartidos por la membrana de estreptococos A y la miosina del corazón humano.