El Science Citation Index y los Indices Latinoamericanos
El SCI es uno de los productos del Institute for Scientific Information, cuyos criterios bibliográficos y bibliométricos son los aceptados en buena parte de nuestros países, y al menos en Venezuela han sido adoptados por las comisiones evaluadoras del Sistema de Promoción al Investigador, patrocinado por el CONICIT, así mismo los sistemas de premiación universitarios los han adoptado, parcial o totalmente. El Institute for Scientific Information es una entidad privada, cuyo negocio es vender sus productos: entre otros el Current Contents y los diversos índices producidos por ellos con información bibliométrica y bibliográfica sobre las revistas incluidas en su base de datos (SCI, SSCI). La justificación de sus criterios de selección, se encuentra en lo que Eugene Garfield, su fundador, llama una ley "natural virtual"(3), la llamada ley de Bradford (4), según la cual lo que es relevante se publica en un número reducido de revistas, los llamados "core journals". El ISI ha ido aplicando criterios cada vez mas selectivos, y creando un sistema de retroalimentación positiva, cuyo resultado es que solo las revistas que están en su base de datos son importantes, y constituyen los "core journals" en cualquier especialidad, y asimismo que quien quiera ser importante debe estar allí. El ISI ha sido extraordinariamente exitoso tanto en convencer al mundo de que sus criterios son los criterios universales de excelencia, como en la creación de índices que reflejen estos mismos criterios (de impacto, de citas etc).
Como suele suceder, importamos los criterios sin discutir si estos son realmente relevantes para nuestra situación particular, o nuestros intereses como sociedad.
Existen varios índices latinoamericanos y mundiales que reflejan de una manera menos prejuiciada la producción científica latinoamericana y del caribe, el esfuerzo de BIREME y LILACS en el campo biomédico, y de los índices como la Hemeroteca Latinoamericana patrocinada por la UNAM en México, la cual contiene bases de datos en ciencias sociales y en ciencias naturales, son dignos de elogio y en ellas se encuentra un panorama menos desolador que el representado en el ISI, pero no menos preocupante.
En un trabajo muy interesante (1) de Wayt Gibbs, se cita el estudio de Virginia Cano del Queen Margaret College en Escocia, donde se muestra que el 70% de las revistas latinoamericanas no se encuentran en ningún índice, lo cual para todos los efectos prácticos, las hace inexistentes, no solo, para el mundo sino para nosotros mismos.
El problema de la Indización de nuestras revistas, que se ha entendido como su inclusión en el SCI, ha oscurecido el hecho de que el proceso de indización debería servir para mejorar la visibilidad de la producción científica, toda la producción científica, y es por lo tanto una tarea imperativa el lograr mejorar esta situación lo más pronto posible.
Es necesario reconocer que aún cuando los índices fueran mucho más democráticos y los indicadores fuesen adecuados, mucha de nuestra producción no figuraría en ellos por no tener los requisitos mínimos que debe llenar una publicación periódica científica.